Las tripulaciones, a cargo del Comandante de la EAH2, Capitán de Corbeta Juan Prados, fueron recibidas por el Comandante de la Aviación Naval, Comodoro de Marina Juan Alberto Mercatelli, acompañado por el Comandante de la Fuerza Aeronaval Nº2, Capitán de Navío Germán Zarralanga, y el Comandante de la Escuadra Aeronaval Nº2, Capitán de Fragata Mario Alejandro López.
Frente al hangar de la EAH2, se encontraba formado el personal militar destinado en la BACE y detrás de ellos esperaban expectantes los familiares de cada uno de los tripulantes que arribaban, con pancartas, carteles y las incontenibles ganas del abrazo esperado por más de 135 días.
Ambas aeronaves decolaron desde el rompehielos ARA “Almirante Irízar” que se encontraba navegando a la altura de la zona de El Rincón (cercana a la localidad de Monte Hermoso), para efectuar la operación de vuelo conocida como el “salto”, donde tras una pasada frente a la unidad, se despiden de la misma hasta la siguiente Campaña Antártica de Verano, para después volar aproximadamente 40 minutos a fin de arribar a la BACE, donde se encuentra su asiento habitual.
Una vez sobre el cielo de su propio hangar, ambas aeronaves realizaron una pasada en formación, para luego aterrizar juntas y cortar motores al mismo tiempo. Tras el arribo y luego de ser saludados por las autoridades presentes, las tripulaciones y sus familiares se juntaron a la carrera para fundirse en largos abrazos, besos y risas de evidente felicidad. El Suboficial Mayor César Corvalán, quien fue recibido por sus hijos, destacó: “Al ser tanto el tiempo que estamos afuera, sin la familia, el reencuentro siempre es muy emocionante. Es la parte que más nos gusta: volver a casa y al abrazo de nuestros seres queridos”.
Con respecto al desempeño de Grupo Aeronaval Embarcado, integrado por 25 hombres –entre pilotos, tripulaciones de vuelo y mecánicos– el Capitán Prados aseguró: “Gracias al profesionalismo y al espíritu de sacrificio de todo el personal, pudimos concretar una campaña exitosa, con un muy bajo índice de fallas y, sobre todo y más importante, cumpliendo la misión con seguridad”.
“Ha sido una campaña antártica con muchos desafíos. No solo enfrentamos el clima adverso al que nos tiene acostumbrados el continente blanco, sino que también debimos cumplir la misión de concretar una evacuación de un caso SAR (search and rescue en inglés) en el Atlántico Sur al regreso de la segunda etapa”, destacó y agregó: “Desde 1979 la Escuadrilla viene desarrollando esta tarea, aportando su granito de arena en el abastecimiento logístico de las bases antárticas argentinas. Los que hoy somos parte, nos sentimos orgullosos de mantener en alto el prestigio de la EAH2 y de la Aviación Naval Argentina”.
Tras más de cuatro meses y medio de operaciones ininterrumpidas como pieza clave del desarrollo de las actividades logísticas antárticas, en apoyo al rompehielos ARA “Almirante Irízar”, el personal participante tomará unos días de merecido descanso, para luego retomar la agenda operativa de la Escuadrilla, de cara a los nutridos compromisos que los esperan a lo largo del presente año.
Gaceta Marinera