La investigación judicial abierta tras las denuncias de cuatro mamás de alumnos -de 4 años- del Jardín del club Villa Mitre continúa adelante y sigue acumulando prueba que intentarán dilucidar los delicados hechos que se describen.
Por ahora, y en las iniciales entrevistas con peritos oficiales, los niños involucrados no aportaron aún datos contundentes. Sin embargo, en las realizadas por particulares los chiquitos comenzaron a relatar los episodios denunciados por sus madres.
Cada niño tiene su psicóloga personal, que después de reiteradas sesiones emitieron un informe que es agregado al expediente judicial. LA BRÚJULA 24 ya había dado cuenta de un primer peritaje elevado a la fiscalía que señalaba que la “Niña 1” describía abusos sexuales en “salón azul” del jardín y señalaba como responsable a la seño “V.”.
Ahora, una segunda profesional, que viene analizando y entrevistando a la “Niña 2” concluyó y firmó un dictamen en el que afirma que su paciente “ha manifestado y expresado lo acontecido en relación a la docente a cargo de su salita del jardín, quien tuviera alguna conducta abusiva, de índole sexual para con ella y otros niños dentro del establecimiento escolar”.
Más adelante, en el informe al que tuvo acceso este medio, la psicóloga escribe de manera textual: “En las entrevistas la niña X tuvo las siguientes manifestaciones: `La seño V. se sacó el corpiño y la bombacha, los niños le tocaban la cola (haciendo seña de donde le tocaban, indicando su cola)’. Esta conducta se realizaba bajo gritos, insultos donde la niña manifiesta haber estado asustada, refiere que su corazón se apuraba”.
Luego describe que “la niña refiere que la seño le tocó la vagina (acompañado con el gesto de cómo, dónde y que parte de su cuerpo). También refiere que la docente se colocaba en posición como en 4 patas con la cola hacia arriba y les pedía a los niños que la viesen (la niña lo describe como que, hacía caca para el cielo, colocándose en esa posición para mostrar la escena)”.
“Ella me hacía daño en la cola”, expresó la pequeña paciente, según reza el informe de la psicóloga.
Así las cosas, este segundo informe es coincidente -en gran parte- por lo descripto y firmado por otra psicóloga particular que estudió y analizó a otra de las niñas.
Abogados y allegados a la maestra le “restan importancia” a los peritajes particulares e intentan instalar que hay una especie de conspiración de madres a la que ahora se sumarían profesionales destacados de la ciudad” para ensuciar una docente.
En la fiscalía, en tanto, prestan atención a los informes que van llegando, pero necesitan el peritaje oficial para avanzar con una imputación. Respetar y entender los tiempos de los niños, que no son los de los adultos. En las entrevistas particulares, las situaciones en la se describen abusos aparecieron luego de media docenas de sesiones.
“Sin duda algo pasó. Es improbable relatos tan parecidos. Pero tenemos que saber qué, dónde y quién o quiénes”, agregó una fuente del caso.
De más está decir que, pese a las presiones, campañas, lobbys y amenazas varias que LA BRÚJULA 24 recibió para silenciar el caso, se seguirá en la misma línea: publicando DATOS DUROS Y OBJETIVOS, aunque moleste. Para que el lector siga el acontecer de este tema se continuará poniendo a la luz los textuales del expediente, los documentos e informes a los que se tenga acceso. Sin sobreseer ni condenar a nadie, solo haciendo periodismo.
Fuente: La Brújula 24