Fue convocada a partir del caso de Graciela Juliá, militante de la Juventud Peronista, que estudió la Licenciatura en Economía en la UNS y en febrero de 1977 fue secuestrada.
Diana Pizá tiene 64 años, nació en Río Colorado donde vivió hasta los 11 años y luego se mudó con su familia a Bahía Blanca. Estudió en la escuela Normal y el Ciclo Básico, militó en la UES y estuvo cinco años detenida. Su hermana Liliana está desaparecida.
“Estuve cinco años detenida desde 1975 a 1980. A partir de ahí salí a buscar a mi hermana que la habían secuestrado en La Plata en 1977. Querían cazar a mi familia completa; mi papá estuvo un año y medio preso y lo liberaron en mayo de 1977. A Liliana la habían secuestrado previamente”, detalló.
Apenas recuperó la libertad su papá comenzó a buscar a Liliana, a presentar hábeas corpus para que le informen dónde estaba y a luchar junto a agrupaciones de Derechos Humanos. A esa lucha se sumó Diana cuando fue liberada en 1980.
Y agregó: “A lo largo de los años, sentía la ausencia de mis compañeros y compañeras. Siempre tuve una deuda de traerlos a un lugar con nombres y apellidos. Cuando asumió la presidencia Raúl Alfonsín nos dimos cuenta de que no volverían”.
Fuente: Frente a Cano