En una ceremonia cargada de emotividad y compromiso con la memoria histórica, esta casa llevó a cabo el tercer acto de entrega de legajos y fichas reparadas a integrantes de su comunidad que fueron víctimas del terrorismo de Estado. Originalmente previsto para el Día de los Derechos Humanos de la UNS y postergado por la inundación, se realizó en el Aula Magna con la presencia de autoridades universitarias, representantes de organismos de derechos humanos, instituciones científicas, políticas, judiciales y del Ministerio Público.
Durante el evento se reconoció a quienes, en calidad de estudiantes, docentes, no docentes e investigadores de la UNS y de institutos del CONICET Bahía Blanca, vieron interrumpido su vínculo con la institución a causa de la violencia estatal y paraestatal.
Se entregaron legajos y fichas académicas reparados a María Adela del Carmen Burgos, Máximo Cargnelutti, María Jorgelina Caviglia, Lorenzo Clemente Ferretjans, Lucio Iurman, Graciela Haydeé Leiva, Graciela Lusky, Fortunato Horacio Mallimaci, Alberto Manuel Rodríguez y Nélida Renée Winzer. También a a familiares y personas allegadas de Fernando Antonio Alduvino, David Hover Cilleruelo, Carlos Alberto Davit, Daniel Eduardo De Líbano Elorrieta, Edgardo Luis Fernández Stacco, Jorge Juan Riganti, Victorio Manuel Schillizzi, Dolio Heralio Sfascia y Daniel Villar.
La entrega fue encabezada por el rector Daniel Vega y la vicerrectora Andrea Castellano, acompañados por el subsecretario de Derechos Humanos de la UNS, Claudio Gallegos, y en algunos casos por la Silvia London, directora del Centro Científico Tecnológico Bahía Blanca del CONICET. Además, se destacó la declaración de interés municipal por parte del Honorable Concejo Deliberante de Bahía Blanca al proyecto “Construyendo Memoria, Verdad y Justicia” y a los actos de reparación realizados por la universidad, mediante la entrega de una declaración de interés por parte del concejal Álvaro Díaz y la concejal Micaela Tomassini. El video completo de la ceremonia puede verse aquí:
“La UNS vive en ustedes y en quienes durante los años de oprobio y posterior silencio e impunidad nunca bajaron los brazos. Esas personas y colectivos fueron centrales para que la institución inicie un recorrido paulatino que arriba con estos actos a un punto que no es de llegada, sino de reinicio. De reparación en lo que pueda ser reparado. Me interesa destacar que el terrorismo de Estado no produjo solo heridas individuales ni únicamente cercenó proyectos políticos. También privó a nuestra sociedad de los aportes de quienes ya eran o podrían ser profesionales con lucidez y compromiso. Es importante que todas y todos tengamos presente la dimensión de aquello que nos quitaron. Porque esa fue, en definitiva, la deliberada intención: privar a la sociedad de conocimientos y debates incómodos para el proyecto criminal. Una comunidad con sentido crítico y solidario volvería imposible la consumación de lo finalmente perpetrado”, remarcó Vega en sus palabras.
Además, agradeció a quienes participaron del proceso de reconstrucción de los legajos: el Núcleo de Estudios sobre Historia Reciente, Memoria y Derechos Humanos del Departamento de Humanidades, la Subsecretaría de Derechos Humanos y su Unidad de Documentación y Archivo; el proyecto de extensión “Construyendo Memoria, Verdad y Justicia en Bahía Blanca: Reparación de legajos y promoción de los Derechos Humanos”; y el Archivo de la Memoria, en articulación con organismos locales, nacionales y provinciales.
Previamente, la doctora Teresita Zaffrani, integrante de la Comisión Técnica de Reparación de Legajos remarcó que este acto se realizaba “con la convicción de que hoy más que nunca reunirnos para ‘recordar, reconocer y reparar’ al amparo de una política promovida por una universidad pública, constituye la mejor forma de posicionarnos frente al cinismo, la crueldad, el odio, el sectarismo, la falsedad, la mentira, la tergiversación efectista, y sobre todo el antihumanismo que derraman desde el poder y parecen calar en el tejido social de la Argentina, para decir que aún es posible apostar por otras formas de habitar nuestro mundo. Formas en las que el respeto de la libertad no niegue la justicia social, la solidaridad y la construcción de una comunidad cada vez más inclusiva y respetuosa de sus diferencias”.
Luego se llevó a cabo la lectura de las disposiciones rectorales de reparación, donde se destacó el lugar de trabajo o estudio de cada una de las personas reconocidas, y la entrega individual de las carpetas. La mayoría expresó palabras de agradecimiento y reconocimiento a la UNS por esta acción, en intervenciones cargadas de emoción, y en las que coincidieron en destacar este acto como una “reparación histórica”.
Como cierre simbólico de la jornada, se descubrió en el memorial ubicado en uno de los pasillos laterales del Aula Magna los nuevos “mosaicos” colocados con el nombre de las personas reconocidas. Este mural se exhibe como homenaje permanente a quienes padecieron persecución por razones políticas en el marco del terrorismo de Estado.
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