Como todos los años, se realizó el tradicional Tedeum en la Ciudad de Buenos Aires, donde participó el presidente Javier Milei y gran parte de su Gabinete en vísperas a lo que será su acto en Córdoba para celebrar el 25 de Mayo.
Pese a que estuvo acompañado por sus funcionarios cercanos, cada vez son más fuertes los rumores en torno a cambios en el Gabinete, sobre todo con la figura de Nicolás Posse, actual Jefe de Gabinete del presidente libertario.
Los cambios dependen de cómo sea la suerte de la Ley Bases, que actualmente se debate en las comisiones del Senado nacional y el oficialismo no consiguió dictamen de mayoría.
La jornada ya comenzó con polémicas por unas declaraciones del Presidente en la previa del Tedeum. Cuando un periodista le alertó sobre la situación económica nacional cuando advirtió que “la gente no llega a fin de mes”, el Jefe de Estado realizó una declaración un tanto desafortunada: “SI la gente no llegase a fin de mes se estuviese muriendo en la calle. Eso es falso”.
En el inicio del evento, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, aseguró que “el mensaje que compartiré quiere ser un aporte, a la luz de la Palabra de Dios, para la reflexión de todos los actores de la sociedad argentina, convencido que entre todos construimos la Patria, más allá de saber que, luego, puedan ser tomadas frases aisladas para querer alimentar la fragmentación”.
“Hoy también nos ponemos delante de Dios como Nación, y le pedimos que nos cure, porque parecemos tener las manos paralizadas para el encuentro que construye fraternidad, las manos paralizadas para abrazar a los heridos por la soledad y la tristeza, las manos paralizadas para ser solidarios con los que menos tienen; y también le pedimos a Dios nos preserve de las manos manchadas de sangre por el narcotráfico, las manos sucias de la corrupción y la coima, las manos en el bolsillo del egoísmo y la indiferencia”, enfatizó el arzobispo.
También advirtió sobre la problemática alimentaria en los sectores más populares: “Hay parálisis que no se pueden procrastinar. Su postergación, en nombre de un futuro prometedor, generarían consecuencias nefastas por irreversibles en la vida de las personas y, por tanto, de toda la sociedad. Un precio muy alto a pagar que no nos podemos permitir: la malnutrición en la primera infancia; la falta de escolarización y accesibilidad a los servicios de salud; los ancianos y jubilados incapaces de sostenerse diariamente con un mínimo de dignidad, son algunos de esos ejemplos impostergables”.
“Todos sintamos también hoy sobre nosotros la mirada fuerte de Jesús que nos interpela, que nos cuestiona, que nos alerta sobre nuestra insensibilidad con los más desprotegidos, que nos reclama mayor compromiso y cercanía con los que sufren”, deslizó.
Allí apareció el reto del arzobispo hacia la dirigencia política: “Nuestra gente está haciendo un esfuerzo muy grande, no podemos nosotros ‘hacernos los tontos’. Hay que acompañar con hechos y no solo con palabras ese enorme esfuerzo; por eso siguen doliendo algunas acciones de la dirigencia divorciadas de la ciudadanía de a pie, como los tan comentados ‘auto aumentos’ de sueldos de hace algunas semanas”.
Para finalizar, García Cuerva envió un mensaje de esperanza: “Una alianza social para la esperanza, que sea inclusiva y no ideológica. Desde este momento y hasta el Te Deum del año próximo queremos comprometernos delante de Dios a generar todas las acciones de gobierno y políticas públicas necesarias para que la acción de gracias de hoy no quede encerrada en la catedral y congelada en este día, sino que continúe en las calles y en la vida de todos los argentinos que se descubren sanados en su dignidad”.
Fuente: La Tecla