El discurso, que pretende mostrar solvencia académica, pone de manifiesto al menos dos cosas: lo limitado de los marcos conceptuales del candidato y su profundo desprecio por la vida. Que una persona que se dice educada diga esto genera inquietud. Que esto lo diga el candidato presidencial que obtuvo el primer lugar en las PASO tiene una gravedad inusitada por las catastróficas consecuencias que estos planteos puede tener para la mera posibilidad de existencia de la especie humana. No exagero, la Ciencia ha aportado una cantidad abrumadora de evidencias de los riesgos asociados a no controlar de manera efectiva, y a través de regulaciones, procesos de contaminación o de degradación del ambiente.
Entre las muchas falencias conceptuales de la argumentación de Milei destacaré sólo algunas. El candidato asume un modelo de Naturaleza plana, en donde los impactos humanos pueden ser revertidos con plata y tiempo sin mayores dificultades. Este modelo de comportamiento de la naturaleza supone una respuesta lineal, o sea que verter una unidad más de un tóxico al agua producirá un aumento proporcional, digamos también de 1, en eso que llamamos “contaminación” (o sea la degradación de propiedades físicas, químicas, biológicas, estéticas, culturales, sanitarias, etc. del curso de agua). Existen sobradas evidencias de que los ecosistemas acuáticos no se comportan así. La respuesta es no-lineal. ¿Que significa esto? Pensemoslo así: cuando el curso de agua no ha recibido aún vertidos el agregado de una unidad de tóxico aumenta, como en el caso lineal, una unidad la contaminación pero luego haber agregado 10 unidades, y que parte de estas se acumularan en el sistema, el aumento asociado a verter una unidad más produce un cambio mayor.
En lugar de aumentar una unidad la contaminación aumenta 2 unidades, luego 5, luego 10. Más aún en muchísimos sistemas acuáticos se ha verificado que el ecosistema puede alcanzar un umbral de contaminación en donde deja de existir como tal, lo más parecido que nos podemos imaginar a la muerte de un ecosistema. Otro concepto que Milei ignora es el de Resiliencia, o sea la capacidad de un sistema de “recomponerse” luego haber sido degradado o contaminado. La historia humana esta llena de ejemplo de sociedades que han afectado, por sobreexplotación o contaminación, la resiliencia del ecosistema del que dependían y que frente a un evento relativamente menor (una sequía por ejemplo) han colapsado.
Milei desconoce que tratamos con sistemas socio-ecológicos en donde se establece un vínculo de ida y vuelta entre la sociedad y la naturaleza. Probablemente su desprecio por el Marxismo no le ha permitido familiarizarse con la dialéctica de la Naturaleza que planteaban Marx y Engels. Estas ideas, la de los sistemas socio-ecológicos y la dialéctica de la naturaleza, han nutrido los enfoques más modernos de gobernanza de los bienes de propiedad común. La politóloga estadounidense Elinor Orstrom, Premio Nobel de Economía en 2009, fue una de las personas que más contribuyó a pensar y proponer soluciones en torno del manejo de los recursos naturales de propiedad común. Milei desconoce o ignora estos aportes. Es obvio que un/una candidato/a a la presidencia no puede conocer y entender de todos los temas. El problema es que Milei piensa, o pretende hacerle creer a la gente, que entiende. Eso es extremadamente peligroso.
El discurso de Milei no solo es conceptualmente erróneo. Es profundamente deshumanizante. Muestra un profundo desprecio por la vida en general y por la humana en particular. Una necesidad tan básica como el agua aparece en su discurso solo para promover su mercantilización. Las decisiones sobre la provisión de agua estarían, en su modelo, en manos del dueño de la fábrica y de quien detente la propiedad (privada) del río. La casi totalidad de los 7.352.244 argentinos y argentinas que lo votaron también estarán al margen de esa decisión. En sus planteos ya había negado el cambio climático, el terrorismo de Estado y la mera existencia de la idea de justicia social. Ahora, niega el derecho al agua.
Fuente: Página 12 – José Paruelo. Investigador Superior – CONICET; Profesor Titular – UBA; Docente a cargo de las asignaturas “Gestión y Conservación de los Recursos Naturales” y “Ordenamiento Territorial” y Ex – director de la Licenciatura en Ciencias Ambientales de la UBA
La nota de Télam:
Una nueva polémica: para Milei «una empresa puede contaminar un río todo lo que quiera»
Para el candidato de ultraderecha, «el problema radica en que no hay derechos de propiedad sobre el agua» y aseguró que cuando ese elemento sea escaso, «alguien verá un negocio» y se terminará la contaminación.
El candidato presidencial de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, dijo que «una empresa puede contaminar un río todo lo que quiera», afirmó que el valor del agua es «cero» y propuso la apropiación de esos cauces por parte de intereses privados, lo que abrió una nueva polémica sobre sus propuestas y despertó variadas críticas de todos los demás sectores políticos.
«Una nueva propuesta de Milei. Además de ser negacionista del cambio climático ahora habla de privatizar un recurso como el agua que ya es escaso en el mundo, y en nuestro país sí tiene dueño: somos todos los argentinos y argentinas», le respondió la titular de Aysa, Malena Galmarini, a través de su cuenta de Twitter.
«Mientras el mundo se preocupa por el calentamiento global, unos pocos quieren lucrar con las necesidades básicas de las personas. Nuestros ríos se cuidan y el agua no se negocia», aseveró la funcionaria.
Este viernes, en declaraciones en el cierre del Congreso Económico Argentino en La Rural, Milei abrió una nueva polémica a partir de una declaración formulada en ese marco.
«En el caso de una empresa que contamina el río, lo que no está bien definido es el derecho de propiedad. Esa empresa puede contaminar el río todo lo que quiera», dijo en su disertación y se peguntó: «¿Adónde está el daño? ¿Dónde está el problema ahí? Eso, en realidad, habla de una sociedad a la que le sobra el agua, y el precio del agua es cero»
Tres datos sobre el negacionismo climático
«El problema en realidad radica en que no hay derechos de propiedad sobre el agua, cuando falte el agua, alguien va a ver un negocio ahí y va a reclamar los derechos de propiedad. Van a ver cómo ahí sí se termina la contaminación», agregó el candidato de ultraderecha, que resultó el más votado en las PASO.
De esta forma, el candidato presidencial volvió a relativizar los efectos del cambio climático, algo que ya había hecho durante el debate de candidatos de 2021, donde aseguró que la tierra no se estaba calentando sino enfriando.
“Una empresa puede contaminar el río todo lo que quiera. El problema radica en que no hay derechos de propiedad sobre el agua, cuando falte el agua, alguien va a ver un negocio ahí y va a reclamar los derechos de propiedad. Van a ver cómo ahí sí se termina la contaminación»
Javier Milei
Otro de los dirigentes que salió a cuestionar a Milei fue el referente del PRO Federico Pinedo. «Entre todos debemos cuidar lo de todos: el aire, las aguas públicas. Es lo que establecen la Constitución y las normas mundiales de cuidado del ambiente», dijo Pinedo en su cuenta de Twitter.
«Esto de mercantilizar todo es una aberración. La apropiación privada de los ríos ¿será por la violencia?», se preguntó Pinedo al final de su posteo.
También desde Juntos por el Cambio, Gladys González, la senadora nacional por la provincia de Buenos Aires que preside la Comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable, salió a cuestionar a Milei.
«Te gusta que la gente se enferme Milei? Cómo se nota que no has pisado jamás los barrios de la gente que vive al margen de un río contaminado. No te importa el plomo en sangre de los niños, ni sus enfermedades respiratorias, ni que caminen entre la basura y la mierda»; dijo la legisladora en su cuenta de Twitter.
Y agregó: «Y encima, vos que sabés tanto de economía, no entendés que cuesta plata? La plata de los impuestos en los gastos de salud y de la pérdida de competitividad de las empresas de las que hablas?!! Sos burro o sos un mal pibe?».
Desde la izquierda, la candidata presidencial Myriam Bregman expresó: «Ni cómplices ni sometidos al extractivismo y la voracidad empresaria. Nuestras vidas valen más que sus ganancias. (Y lo que dice es ilegal, que agarre un librito que no muerde)».
Fuente: Télam