Ayer viernes por la mañana se llevó a cabo una misa concelebrada en la Parroquia Stella Maris de la Base Naval Puerto Belgrano, con el fin de elevar en comunidad cristiana una oración por el eterno descanso del Sumo Pontífice recientemente fallecido.
Fue celebrada por el Capellán Castrense Diego Kessler, acompañado por los Presbíteros Luis Scrinzi y José Luis Toya, y convocó a gran cantidad de fieles que juntos rezaron por el descanso del Santo Padre Francisco.
Francisco partió de este mundo el lunes pasado, 21 de abril, a los 88 años, en su departamento de la Domus Sanctae Marthae, también conocida como Casa Santa Marta, residencia ubicada en la Ciudad del Vaticano, cerca de la Basílica de San Pedro.
“Corramos al encuentro de Jesús, redescubramos la gracia inestimable de ser sus amigos”, fue su mensaje para la homilía de la Misa de Resurrección del 20 de abril pasado, un día antes de su muerte.
En su escrito preparado para la Pascua expresó: “La fe pascual, que nos abre al encuentro con el Señor Resucitado y nos dispone a acogerlo en nuestra vida, está lejos de ser una solución estática o un instalarse tranquilamente en alguna seguridad religiosa. Por el contrario, la Pascua nos impulsa al movimiento (…)”.
“Esta es la esperanza más grande de nuestra vida: podemos vivir esta existencia pobre, frágil y herida, aferrados a Cristo, porque Él ha vencido a la muerte, vence nuestras oscuridades y vencerá las tinieblas del mundo, para hacernos vivir con Él en la alegría, para siempre”.
De nombre secular Jorge Mario Bergoglio, Francisco I fue el 266º Papa de la Iglesia Católica, y como tal, fue el Jefe de Estado y el octavo soberano de la Ciudad del Vaticano.
Con el objetivo de una iglesia católica más abierta, el Papa argentino renovó la cúpula con obispos de distintas partes del mundo y de corrientes diversas de la religión. En 12 años de papado revolucionó el puesto gracias a su actitud conciliadora y más cercana a las personas.
Fuente: Gaceta Marineras