La doctora Cecilia Bouzat, profesora de la UNS e investigadora del CONICET integra el grupo de diez argentinos que se incorporaron a esa organización por sus logros y contribuciones al conocimiento de la humanidad.
Anualmente, la Academia de Ciencias de América Latina (ACAL) suma a investigadoras e investigadores de la región quehayan hecho contribuciones relevantes al conocimiento de la humanidad. Entre los veinticuatro que se sumaron este año hay diez argentinos. De ellos, una es la doctora Cecilia Bouzat, profesora de la cátedra Farmacología II del Departamento de Biología, Bioquímica y Farmacia de la Universidad Nacional del Sur e Investigadora Principal del CONICET en el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Bahía Blanca (INIBIBB), del cual además es Directora.
Esta investigadora y docente se recibió de licenciada y doctora en Ciencias Bioquímicas en la UNS y en 1993 hizo un posdoctorado en la Clínica Mayo, de Rochester (Estados Unidos). Su campo científico es la comprensión de las bases de la comunicación de las células cerebrales entre ellas y con los músculos. Sus descubrimientos fortalecen las posibilidades para tratar la enfermedad de Alzheimer, la depresión y ciertas adicciones. En agosto de 2004, una investigación de Bouzat permitió entender el funcionamiento de una clase de proteínas implicadas en la transmisión nerviosa que puso en práctica terapias más eficaces para el tratamiento de diversas patologías, como la epilepsia o la esquizofrenia. En junio de 2005, entre más de 800 postulantes de América Latina y el Caribe, Bouzat mereció una de las exclusivas becas que otorga la John Simon Guggenheim Memorial Foundation, para avanzar en capacitación y en su proyecto destinado a entender cómo funcionan los receptores de neurotransmisores. En 2014 fue una de las cinco mujeres a nivel mundial que recibieron el premio “L’Oréal-Unesco For Women in Science”, que otorga la Fundación de dicha empresa multinacional, y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura para ubicar la tarea de científicas en primer plano mundial. Según publicó la Fundación en ese momento, fue distinguida por “una trayectoria ejemplar fruto de un talento excepcional potenciado por un compromiso y una audacia destacables, en un contexto donde aún predominan los hombres”.
La Academia de Ciencias de América Latina fue creada para honrar la memoria de Simón Bolívar por un grupo de investigadores científicos de esta región del mundo. Su objetivo es promover y contribuir al desarrollo de las ciencias matemáticas, físicas, químicas, de la vida y de la tierra y sus aplicaciones en beneficio del desarrollo y de la integración humana, cultural y social de América Latina y el Caribe. Con ese propósito, desarrolla programas de cooperación que comprenden la divulgación de los eventos científicos regionales, la evaluación permanente del potencial de investigación de América Latina y el Caribe, el intercambio de investigadores, la transferencia de conocimientos y la formación de redes regionales de investigación. Además, fomenta y realiza estudios de política científica y fomenta el interés por la ciencia en los diferentes niveles educativos y entre toda la población.
En la actualidad, cuenta con más de 250 miembros de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela. Dichos académicos son investigadores reconocidos nacional e internacionalmente por sus contribuciones al conocimiento científico. Junto a la doctora Bouzat fueron incorporados en esta ocasión los científicos argentinos Karen Hallberg, Marta Litter, Bernardo Mindlin, Laura Morelli, Víctor Ramos, Carlos Rapela, Ruth Rosenstein, Luis Spalletti y Ángeles Zorreguieta.
Prensa UNS