En diálogo con Radio Altos planteó la necesidad de retrasar la llegada de esa cepa el mayor tiempo posible para que que pase el invierno, estación en la que, indicó, se mantienen los ambientes más cerrados y sin ventilación propiciando una mayor cantidad de contagios, y a que avance la campaña de vacunación. “No tomar medidas con las personas que llegan al país nos afectará a millones de personas. Vamos a sufrir de diferentes maneras muy graves la entrada de Delta. Cuanto más demoremos el ingreso de esa variante, mejor estaremos preparados para enfrentarla”, aseveró.
Opinó que dejar en manos de la responsabilidad individual de las personas que ingresan a Argentina que no se esparza el virus, puede llevar a situaciones más graves en el marco de la pandemia. “No lo dejemos a discreción de que las personas lleguen a su casa, cumplan con los días de aislamiento y además se aíslen de sus convivientes”, reclamó.
En ese sentido, defendió la decisión del gobierno nacional de reducir la cantidad de personas que por día pueden ingresar al país a través del aeropuerto de Ezeiza (pasando de 2000 a 600) y remarcó la necesidad de que cada pasajero y pasajera cumpla con el aislamiento de cuatro días en un hotel.
Consideró que testear a las personas en el aeropuerto tiene muchos problemas como medida de contención del ingreso de nuevas cepas de COVID- 19. “Si se testea antes de los tres días de la infección, puede dar negativo. Hasta que el virus es detectable con una prueba pasan entre 3 y 4 días del momento del contagio”, explicó.
Por eso entendió que testear a las personas apenas bajan del avión es “poner un colador” porque la mayoría da negativo. “Se nos escapan personas que se van a su domicilio y si no cumplen con el aislamiento pueden contagiar, y si sí cumplen con el aislamiento, pueden contagiar a sus convivientes y éstos, que no tienen restricción para salir de su domicilio, pueden esparcir el virus”, precisó.
Minoldo insistió en que la medida más eficaz para contener la llegada de nuevas variantes es que cada persona que llega a Argentina deba aislarse en un hotel y al cuarto día realizarle un PCR.
“Todas las estrategias están atravesadas por un juego político muy exacerbado en lo que sería una campaña electoral; no se analizan si son medidas adecuadas, sino si están de un lado u otro de un partido político”, criticó sobre las diferencias entre oficialismo y oposición respecto a las medidas que se adoptan en el marco de la pandemia.
Fuente: Frente a Cano