La decisión del Ministerio de Defensa de desprenderse como chatarra del buque de guerra ARA Aviso Alférez Sobral despertó reacciones adversas en distintos sectores de la opinión pública. A inicios de la semana, y a través del Boletín Oficial, la Armada Argentina había anunciado que este viernes 13 de septiembre serían subastados cuatro barcos que no se encuentran operativos, sino encallados en Mar del Plata. Iban a ser rematados como fierros, en el caso del Aviso Alférez Sobral por un valor base de 14,2 millones de pesos.
La noche del 2 de mayo de 1982, dos misiles desde un helicóptero inglés impactaron en el barco, que sufrió destrozos en su puente y en sus sistemas de navegación, y quedó inutilizable.
En la cubierta del ARA Sobral murieron en combate ocho marinos, que durante el conflicto bélico fueron a rescatar a dos pilotos argentinos que se arrojaron al mar tras ser impactados por un misil mientras volaban. Los fallecidos en combate fueron el comandante del buque, Sergio Gómez Roca, el guardiamarina Claudio Olivieri, el cabo principal, Mario Alancay, los cabos segundo Sergio Medina, Elvio Tonina y Ernesto Del Monte, el marinero Héctor Dufrechou y el conscripto Roberto D’Errico.
La nave, de 43,6 metros de eslora y 10,3 metros de manga, fue construido en Estados Unidos en 1944 para llevar a cabo tareas auxiliares en el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial bajo el nombre de U.S.S. Salish. En 1972, se entregó la Armada Argentina, que lo rebautizó como Alférez José María Sobral, por un explorador militar y geólogo, cuyas hazañas en la Antártida se recuerdan en la Armada.
Años anteriores, las provincias de Santa Cruz, Chubut. Entre Ríos y Santa Fe habían mostrado interés en adquirir el buque, e incluso la última provincia mencionada había presentado un proyecto que no prosperó y fue retirado finalmente.
Fuente: Clarín