En concreto, el fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello, quien lideró la instrucción, lo acusa de falsa denuncia, falso testimonio, encubrimiento y de usurpación de títulos.
Fuentes judiciales le indicaron a este medio que la sentencia se conocerá en la semana.
Al adiestrador de canes, oriundo de Río Negro, le imputan plantar pruebas durante rastrillajes que se desarrollaron por la búsqueda de Viviana Luna, una mujer que desapareció en diciembre de 2016 en la localidad de Potrerillos.
La semana pasada, declaró Ariel Julián, ex pareja y padre de los hijos de la mujer.
El hombre es propietario de un complejo de cabañas que fue inspeccionado por Herrero y sus colegas de la agrupación de búsqueda y localización de personas con perros Kunti K9. Allí, el ex policía aseguró haber encontrado un estuche que contenía en el interior preservativos y un papel escrito con nombres de personalidades del mundo político y empresarial mendocino. Sostenía que esos apellidos estaban vinculados a una red de trata de personas.
Con respecto a ese procedimiento, Julián relató ante el Tribunal, compuesto por Ramiro Salinas, Luis Correa Llanos y Ramón Spektor, que durante las tareas desarrolladas por Herrero, advirtió maniobras que resultaron sospechosas.
En primer lugar, contó que el peritrucho llegó hasta el complejo junto a sus hijos y le pidieron permiso para realizar una inspección. El acusado subió con su can y el personal de Kunti K9 hasta una habitación matrimonial de su vivienda, la cual Julián compartió con Luna tiempo antes de su desaparición.
Luego le pidieron que sacara todos los elementos que se encontraban sobre un ropero. Entre esos objetos apareció sorpresivamente el estuche con los escritos. Julián aseguró que no le pertenecía, que jamás lo había visto y que desconocía cómo llegó hasta allí. Y agregó que tampoco era una pertenencia de su ex esposa.
Ante esa situación, el hombre explicó que comenzó a sospechar que Herrero pudo haber plantado esa prueba. Asimismo, dijo que notaba cómo el adiestrador inducía al perro a dirigirse hacia el ropero, cuando el can trataba de ir hacia otro lugar de la casa.
Por otro lado, se hizo presente en el estrado el jefe de la División Escuchas Telefónicas de la Policía de Mendoza, Jesús Cepeda. El comisario exhibió varias intervenciones a los celulares de Herrero y Laura Ballester (Kunti K9), estrecha colaboradora y admiradora de Herrero. En una llamada, este último le pedía a la mujer que borrara los videos que tomaron durante los rastrillajes y que mostraban que los canes no hacían marcaciones.
A eso se le sumaron las conversaciones telefónicas entre Ballester y sus compañeros, en los que la mujer afirmaba que advirtió en esas filmaciones que Herrero plantó deliberadamente las pruebas que luego aportaron a la Justicia: restos óseos y los mencionados escritos.
Por último, la audiencia contó con la presencia de Miguel Marino, director del Registro Provincial de Huellas Genéticas Digitalizadas y del Laboratorio de Genética Forense del Ministerio Público.
El especialista brindó detalles sobre los peritajes practicados a los huesos que, según Herrero, encontró en el interior de un hostel abandonado de Potrerillos. Explicó que se extrajo material genético y se cotejó con los restos óseos que también habrían sido hallados por el adiestrador canino durante su colaboración en la búsqueda de Marcela López, una empresaria hotelera que desapareció en Santa Cruz, a mediados de 2021.
Los análisis confirmaron en un 100 por ciento que los huesos hallados en diferentes escenas, a más de 2 mil kilómetros de distancia, pertenecían a un mismo cadáver. También descartó que los restos fueran de Viviana Luna, sino que correspondían al perfil genético de un hombre no identificado.
Básicamente, para el fiscal Pirrello, esas pruebas confirman el modus operandi de Herrero para plantar pruebas en diferentes investigaciones en las que realizó tareas de rastrillajes con canes, contratado de manera particular.
Herrero fue acusado en diciembre de 2021, tras ser detenido por policías mendocinos en su casa de Viedma. La captura se efectivizó dos meses después de los trabajos que hizo el ex policía, luego de ser contratado por los hijos de Viviana Luna.
Este no es el único caso en el que el peritrucho hacía de las suyas. En Bahía Blanca, en la causa de Facundo Astudillo también participó y actualmente se pidió una investigación de sus hallazgos y su actividad durante la búsqueda del joven fallecido.
Actualmente, se encuentra en su domicilio, gozando de libertad condicional y está siguiendo el juicio en su contra a través de videoconferencia.
Fuente: La Brújula 24