En una ceremonia privada, acompañado de familiares, amigos y guardias del Servicio Penitenciario, Nicolás Avots Sugimoto juró y recibió su título de Abogado de la Universidad Nacional del Sur.
Se convirtió así en el primer graduado que cursó su carrera en contexto de encierro, ya que se encuentra privado de la libertad en la Unidad Penal de la localidad de Saavedra. Su último final fue en julio de este año, luego de rendir las 34 materias del plan de estudios en sólo tres años y dos meses.
La historia además tiene una particularidad: el doctor Gabriel Giuliani fue el docente que dirigió su trabajo final de carrera, y había sido en su momento el juez que dictó la sentencia en su caso y lo condenó a prisión. Con él realizó una tesina llamada «Incompatibilidad del Dolo Eventual como responsabilidad penal subjetiva en el ordenamiento jurídico argentino». Al ahora abogado Avots Sugimoto le restan 4 años y 4 meses para recuperar la libertad, condenado por un accidente de tránsito con dolo eventual. Su caso fue uno de los primeros en el país en que se aplicó el dolo eventual por muertes en accidentes de tránsito.
“Quiero agradecer a la UNS por darme la posibilidad de formarme con educación de primer nivel, a los voluntarios del programa Educar para Reinsertar, al servicio penitenciario que me permitió estudiar. A mi familia, a mis compañeros de pabellón y a mis amigos… y esto también es en honor a una persona que perdió la vida en el accidente y que estudiaba Derecho, Guillermina Cirone; a Darío García, que era policía y de alguna manera también hacía cumplir el Derecho, y a las demás víctimas, que tenían mucha vida por delante. Creo que la mejor manera de honrarlos es viviendo lo que quede de la mía con responsabilidad y conciencia”, dijo Nicolás muy emocionado luego de recibir el título de manos del rector, Daniel Vega; la vicerrectora, Andrea Castellano; la decana del Departamento de Derecho, Pamela Tolosa; y el secretario general académico, Mariano Garrido.
“Este programa nació como una iniciativa de estudiantes voluntarios y solidarios, que convocaron y contagiaron a profesores que voluntariamente y de manera gratuita fueron a ponerle el cuerpo a construir algo que consideramos valiosísimo, como es la posibilidad de estudiar a personas privadas de su libertad. Hoy tenemos autoridades en la UNS que entendieron el valor de este programa y pudimos construir una pequeña estructura que mejoró sustancialmente el trabajo de los voluntarios y voluntarias, que son los que hacen la mayor parte del esfuerzo”, explicó la decana Pamela Tolosa. “Nicolás simboliza un trabajo invisible de muchísima gente que está convencida de que la educación es la herramienta para mejorar nuestra sociedad”, remarcó.
“El de Nicolás es un ejemplo de que la verdadera inclusión en la Universidad puede producirse aún en los contextos más complejos cuando hay voluntad y trabajo de las instituciones”, valoró el rector Daniel Vega. “Yo quiero destacar el trabajo sostenido de todo el Departamento de Derecho en su conjunto, del Servicio Penitenciario Bonaerense y de todos los docentes y alumnos que entienden que la educación es la herramienta que tiene más posibilidades no sólo de bajar la reincidencia, sino de cambiar una vida y hacer una sociedad mejor, más inclusiva, con oportunidades para todos, aún lejos de Bahía Blanca y en una unidad del servicio penitenciario”, agregó el rector.
“Históricamente las muertes ocasionadas en accidentes de tránsito eran tratadas como homicidios culposos. En caso de Avots fue uno de los primeros en que se utilizó la figura del Dolo Eventual para llegar a una condena de homicidio simple. Por eso esa sentencia se tomó jurídicamente como leading case en la provincia de Buenos Aires. Ahora, desde el año 2017, el Código Penal incorporó expresamente la figura de conducción temeraria, que tiene pena menor al homicidio simple y eso motivó al alumno a hacer su trabajo final sobre ese tema que tuvo como director al propio juez que lo sentenció», explica el abogado Santiago Garrido, uno de los docentes del “Programa de Educación en Contextos de Encierro” que funciona en la UNS desde el 2018 y del que participa desde que era alumno. Él realiza su trabajo junto a la coordinadora actual del programa, la estudiante Aldana Nungeser y un grupo de alumnos avanzados que cumplen el rol de tutores. El programa tiene 150 estudiantes entre las unidades penitenciarias N° 4 de Bahía Blanca y N° 19 de Saavedra.
Prensa UNS