Pasadas las 14, el tablero marcó 42 presentes, es decir, 5 por encima del quorum reglamentario. Además, de la bancada de Unión por la Patria, dijeron “presente” un puñado de radicales: Martín Lousteau, Maximiliano Abad, Pablo Blanco, y, llamativamente, los correntinos Eduardo Vischi y Mercedes Valenzuela. Asimismo, como era de esperarse, se sentó en su banca la larretista Guadalupe Tagliaferri, la tucumana Beatriz Ávila, los dos santacruceños de Por Santa Cruz, la cordobesa Alejandra Vigo y el también correntino Carlos “Camau” Espínola.
La presencia de los tres correntinos llamó la atención. Es que tanto los radicales como Espínola venían acompañando la gestión de Milei desde sus bancas. Es probable que la decisión de la presidenta del partido de La Libertad Avanza, Karina Milei, de ir con lista propia de cara a los comicios de esa provincia, dejando afuera al gobernador Gustavo Valdés y a Espínola (que aspiraba a ser el candidato libertario para la Gobernación), tuvo sus consecuencias en el recinto.
Apenas reunido el quorum, y mientras el gobierno de La Libertad Avanza, con Patricia Bullrich a la cabeza, tilda a la sesión de “golpe institucional”, porque los senadores se “autoconvocaron” escudándose en que se trata de una sesión ordinaria (tal cual se votó en la sesión preparatoria de febrero), la titular del Senado, Victoria Villarruel, se hizo presente en el recinto. Luego de que la Vicepresidenta de la Cámara, Silvia Sapag (UP) diera por iniciada la sesión, ella tomó su lugar en el estrado.
Con la presencia de las autoridades de la Cámara alta en el estrado, a las que luego se sumó la vicepresidenta, la sesión fue formalmente convalidada. Esto fue luego de que la mayoría de la Cámara alta interpretara que la sesión era válida.
“Para el Gobierno, esta sesión no es válida”, dijo el oficialista Ezequiel Atauche, una vez puesta en marcha la sesión. El debate comenzó con una discusión sobre el orden de los temas a tratar. Es que los senadores que responden a los gobernadores bregaron porque la sesión arranque con los temas que más les importan a los mandatarios provinciales.
Es decir, aquellos que buscan un mayor reparto de fondos a sus distritos por dos vías. Por un lado, que se coparticipen los ATN y, por otro, la eliminación de dos fideicomisos que se financian con el Impuesto a los Combustibles Líquidos y que esos fondos se repartan entre Nación y las 24 provincias, para que cada mandatario defina qué obras financiar.
Considerada válida la sesión, se puso en marcha el debate de los proyectos venidos en revisión de Diputados. Estos son: la Emergencia en Discapacidad; la prórroga de la moratoria previsional que venció en marzo; y la actualización del 7,2% de los haberes, junto con la actualización del bono mínimo (llevarlo de $ 70.000 a $ 110.000).
“Estos proyectos tienen que ir a comisión”, afirmó la cornejista Mariana Juri. La radical fue la voz cantante de los gobernadores de Juntos por el Cambio que el miércoles por la tarde, zoom mediante, acordaron no tratar los dos textos impulsados por los 24 gobernadores hasta tanto no tengan dictamen de comisión.
Esta postura no fue compartida por los 10 mandatarios de ese sector (algunos insistieron con que se trate “sobre tablas”), así como tampoco por otros gobernadores, que aspiraban a que ambas iniciativas reciban media sanción y sean girados a Diputados. De esta manera, contarían con un as bajo la manga para presionar a Milei con el reparto de los fondos.
Finalmente, se acordó que la sesión comenzara con los tres proyectos que tenían la media sanción de Diputados, y luego los dos impulsados por los 24 gobernadores.
Saldada esa instancia, comenzó el debate por la validez de los dos dictámenes previsionales. Es que estos (al igual que el de Discapacidad) fueron cuestionados por las autoridades del Senado, porque se firmaron en el marco de una reunión “autoconvocada” por Unión por la Patria, un sector de la UCR y la larretista Guadalupe Tagliaferri.
Mientras que el grueso de los senadores del Frente PRO y la UCR que responden a los gobernadores, además de la neuquina Lucila Crexell, consideraron que los proyectos no contaban con dictamen, el grueso de la oposición optó por validarlos. Con 42 votos a favor, 17 en contra y tres abstenciones, los dictámenes previsionales fueron avalados y se puso en marcha la sesión. Esto fue luego de casi dos horas después de debates sobre la letra chica del reglamento.
Fuente: Ámbito