Alrededor de las 3 de la madrugada del domingo se recibió un llamado al 911 dando un alerta del incendio de un camión de combustible en cercanías al paraje Fra-Pal y a escasos metros de la bajada de tierra de Lartigau, en jurisdicción de Dorrego.
Al lugar acudieron bomberos de Coronel Dorrego, que lograron dar con el siniestro, ocurrido a 30 kilómetros de la ciudad.
La sorpresa fue grande al llegar, ya que sólo se encontraba en el lugar un tanque semirremolque en la banquina derecha, en dirección a Fra-Pal, donde se había originado el incendio, y algunos árboles y pasto también encendidos.
Lo sorprendente fue que al bajar a dominar el fuego, los bomberos se encontraron que este tanque de combustible tenía una conexión clandestina de petróleo detrás de un árbol, el cual aun estaba conectado y derramando dicho liquido sobre la banquina.
Esta conexión se encontraba conectada al caño de oleoducto que cruza la ruta 72, entre el Paraje Fra-Pal y Dorrego, la cual muy hábilmente habían realizado bajo tierra y dejando una boca de acceso detrás de los arboles de la banquina cubierta con un cajón y retazos de ropa vieja.
De acuerdo a lo señalado, el camión había desaparecido, El conductor se había dado a la fuga luego de que se iniciara el incendio, desenganchando y dejando abandonado el semirremolque.
También acudieron al llamado bomberos voluntarios de Saldungaray.
Todavía no hay detenidos, aunque la policía se encuentra en plena investigación.
Trascendió que un camionero, en horas de la madrugada, habría dejado a una persona en el Hospital Municipal “Dr. Manuel B. Cabrera”, con serias quemaduras en su cuerpo, desconociéndose también el nombre del conductor del camión, que desapareció rápidamente. La policía investiga si tiene relación con el robo de petróleo
En las últimas horas se conoció que la persona quedamada fue trasladada de urgencia al Hospital de Quemados de La Plata con el 80 por ciento de su cuerpo comprometido y casi irreconocible. En tanto, el conductor del camión dijo al personal del hospital que enseguida volvía, pero no se lo volvió a ver.
Fuente: El Orden de Pringles