La coordinación de la instrucción estuvo a cargo del Departamento Misiones de Paz del Comando de Instrucción y Evaluación de la Infantería de Marina (COIE), a cargo del Teniente de Navío Jorge Iván Cruz; mientras que la formación específica fue impartida por personal de dicho Comando, bajo estándares de la ONU y en coordinación con el Centro Argentino de Entrenamiento Conjunto para Operaciones de Paz (CAECOPAZ).
Este ejercicio, que contó con el apoyo de diferentes Unidades de la Brigada Anfibia de Infantería de Marina (BRIM), tuvo la semana pasada una instancia previa en gabinete y constituyó para los integrantes de la FTA64 la fase evaluativa de todas las instrucciones recibidas en el COIE desde mayo pasado.
En el terreno, el personal se capacitó en tareas y responsabilidades propias de los Cascos Azules, negociación y mediación, relación con los medios de prensa, aplicación de normas de manejo en Chipre y la realización de diferentes tipos de briefing.
Además, se trabajó en la instalación y operación de un puesto de observación, la ejecución de patrullas de largo alcance, cómo operar un Centro de Operaciones Tácticas (TOC por sus siglas en inglés) de diferentes niveles, la ejecución de procedimientos operativos normales que tiene UNFICYP y la aplicación de mecanismos de evacuación aérea y terrestre, entre otros aspectos.
“El personal que va a ser desplegado es evaluado para ver, como contingente, cómo responde ante diferentes incidentes. Durante los tres días que se extendió el ejercicio fueron rotando en distintos roles”, explicó el Teniente Cruz, quien indicó que se realizará una crítica general con todas las lecciones aprendidas.
El 22 de julio se reunirán en CAECOPAZ con el personal del Ejército y la Fuerza Aérea que integran la FTA64, teniendo previsto el primer vuelo hacia Chipre el próximo 3 de agosto.
El ejercicio
En el marco del adiestramiento se planteó una situación lo más aproximada a la realidad posible. Los reportes y los incidentes fueron los actuales. Se tuvieron en cuenta situaciones que siguen teniendo lugar en Chipre y diferentes actores como granjeros y cazadores, aeronaves que sobrevuelan la zona de amortiguamiento (buffer zone), y el conocimiento de los límites de la isla.
El supuesto conflicto radicó en que un pueblo reclamaba la autorización para hacer una perforación de un pozo de agua en la buffer zone. Ante esta situación los miembros de Naciones Unidas debieron plantear una solución.
“Preparamos al personal para que pueda resolver cualquier tipo de incidente en menor o gran escala”, finalizó el Teniente de Navío Cruz.
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Gaceta Marinera