La órbita de la Luna no solo es elíptica, sino también torcida, con un ángulo de entre 18° y 28° con respecto al ecuador terrestre. Cuanto más pronunciado sea el ángulo, más rápida será la órbita terrestre, ya que la gravedad lunar, en este caso, acelera el proceso y contrarresta el efecto de frenado que suele ejercer el apogeo lunar.
En 2024, dos estudios financiados por la NASA descubrieron que, desde el año 2000, el derretimiento de los glaciares ha provocado que el eje del planeta o el punto central de rotación, se desplace unos 9 metros, modificando así la movilidad de rotación.
Trabajos científicos han concluido que hace entre 1,000 y 2,000 millones de años, la Tierra rotaba mucho más rápido que la velocidad actual, con días de solo 19 horas.
Es por ello que, los especialistas de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio sostienen que “la gravedad lunar es la causa de la aceleración actual y es una razón para no preocuparse por los días más cortos”. La Tierra y la Luna han estado en su ciclo durante casi 4.500 millones de años, y siempre ha sido estable.
Fuente: Perfil