Mediante la Resolución 3236/2021, publicada este jueves en el Boletín Oficial con la firma de la ministra de Salud, Carla Vizzotti, se confirmó la aprobación del proyecto que fue presentado por el Centro de Investigaciones del Medio Ambiente, en el marco de las previsiones de la Ley 27.350, que establece el marco regulatorio para «la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor de la planta de cannabis y sus derivados».
Asimismo se dio intervención al Instituto Nacional de Semillas (INASE), como órgano regulador de las condiciones de producción, difusión, manejo y acondicionamiento de los órganos de propagación de la especie a fin de permitir la trazabilidad de los productos vegetales y dar cumplimiento de la norma.
Además se indicó en la resolución que el responsable del programa deberá presentar informes trimestrales de avance en los que detallará el estado de la investigación.
En los considerando, se destacó que este programa impulsa la investigación con el fin de «generar evidencia científica de calidad que permita a las y los pacientes humanos acceder a la planta de cannabis y sus derivados en forma segura».
Asimismo se busca promover las investigaciones que realizan el Conicet, otros organismos de ciencia y técnica, universidades, organizaciones de la sociedad civil, sociedades científicas, instituciones académicas, nacionales, provinciales y municipales, relacionadas con los fines terapéuticos y científicos de la planta de cannabis y sus derivados.
En principio, de acuerdo a lo indicado en la normativa, el proyecto se llevará a cabo en los predios ubicados en el Parque Industrial de San Vicente. En este sentido se destacó en la norma que las medidas en materia de seguridad adoptadas y proyectadas por los responsables del proyecto de investigación «resultan convenientes y adecuadas para garantizar la seguridad en el predio».
Según se explicó en el anexo, el Estado importará las semillas de las cepas de cannabis calificadas como terapéuticas por las autoridades sanitarias.
Luego se avanzará con la siembra y cultivo en invernadero. En tanto, las inflorescencias, es decir la disposición de las flores sobre las ramas o un tallo, serán colectadas y transportadas hasta el laboratorio en doble envase rotulado y mantenido en guarda hasta su uso en los análisis en el Centro de Investigaciones de Medio Ambiente, así como también los aceites y resinas.
Los materiales remanentes o residuos de los ensayos serán destruidos mediante compostaje en dependencias del CIM o se retirarán a través del sistema de recolección de residuos peligrosos.
Al finalizar el primer año se elaborará un informe completo con los resultados sobre los distintos procesamientos estudiados y se analizarán sus potencialidades y limitaciones para ser utilizados en este proyecto.
Fuente: Clarín