Ese aumento implicó también una suba -aunque más lenta- de la ocupación de camas en terapia intensiva por los pacientes que desarrollan cuadros graves o críticos por la enfermedad.
En la semana del 24 de enero, el nivel de ocupación de las terapias volvió a estar en los niveles de agosto del año pasado y ya hubo cirugías por otras enfermedades que se han reprogramado.
En la semana del 24 de enero, las internaciones diarias en terapia intensiva llegaron a 2.801 como promedio semanal, una cifra que superó a la del 30 de agosto pasado. Durante enero las internaciones en terapia crecieron un 185%.
“Hubo un aumento de la ocupación de camas en los hospitales por esta ola de la pandemia con la circulación de la variante Ómicron. Pero el aumento de los ingresos de pacientes con COVID-19 empezaría a ser más lento”, dijo la doctora Rosa Reina, ex presidenta de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva.
“Para disponer de camas para pacientes con el COVID-19 ya se están suspendiendo cirugías programadas en algunos hospitales de Córdoba, AMBA, y Santa Fe, entre otras jurisdicciones”, contó Carina Balasini, miembro de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI). “Obviamente, no se pueden suspender cirugías oncológicas porque el cáncer no espera”, agregó.
De acuerdo con la doctora Reina, la ocupación de camas creció también porque “durante el verano siempre (aun antes de la pandemia) hay una mayor demanda de camas por los traumatismos por incidentes viales, entre otras causas”.
Los cambios que provocó Ómicron
El año pasado, la segunda gran ola de la pandemia que golpeó a la Argentina se desarrolló entre marzo y septiembre. La mayoría de los casos de COVID-19 fueron afectados por la variante Gamma del coronavirus. Mientras tanto, a partir de mayo, fueron ingresando al país viajeros con la variante Delta del coronavirus. Pero por las limitaciones en las fronteras Delta no generó una gran ola. En diciembre, todo cambió con la circulación de la variante Ómicron.
Esa nueva variante de preocupación detectada en noviembre en África provocó una suba explosiva de casos en el país. Mientras tanto, el nivel de ocupación de camas en terapia intensiva fue creciendo lentamente. Como hay una tasa de vacunación aplicada en la población general, hubo menos casos graves que en olas anteriores. La mayoría de las personas que ahora requieren internación generalmente no están vacunadas previamente.
La ocupación de camas en terapia intensiva había llegado a un mínimo 570 internaciones diarias en terapia intensiva como promedio semanal en la semana del 15 de noviembre. Desde entonces hasta el 27 de diciembre, el nivel de ocupación de camas en unidades de terapia intensiva aumentó el 43%. En enero, la subida fue mayor.
Fuente: Infobae