La mencionada ceremonia fue encabezada por el Comandante de la Flota de Mar, Contraalmirante Gustavo Fabián Lioi Pombo; acompañado por el Comandante de la Infantería de Marina, Contraalmirante Leonardo Natán Gómez; el Jefe de Mantenimiento y Arsenales de la Armada, Contraalmirante Rodrigo Fabián Ataún; el Comandante de la Aviación Naval, Contraalmirante Carlos Manuel Falcone; y el Comodoro honorífico de la Reserva Naval, Manuel José García Mansilla, biznieto del Contraalmirante.
Participaron además la Plana Mayor y dotación del Destino, Comandantes de las unidades subordinadas e invitados especiales.
Tras el ingreso de las autoridades al lugar de ceremonia, el Contraalmirante Lioi Pombo brindó palabras alusivas en las que explicó: “Nos reúne aquí frente al Comando de la Flota de Mar un verdadero acto de reivindicación histórica, incentivado por la obligación de mantener vivos los valores que construyeron nuestra Armada y, en particular que dieron concepción de fuerza de combate a este Comando. Fue el hecho de reconocer a un oficial de la Armada Argentina que a través de sus acciones trascendentales y heroicas supo enaltecer a nuestra Institución en general, y específicamente al corazón de la misma, la Flota de Mar, lo que motivó nuestro sincero deseo de distinguir al edificio principal con su nombre”.
En el discurso, remarcó su figura asociada a las distintas iniciativas de la Armada Argentina para defender el litoral marítimo y fluvial. Lo reconoció como precursor en la aplicación de tácticas de combate y que esas maniobras de gran despliegue y participación de unidades de superficie, representaron un punto de referencia para nuevos procedimientos operativos de la Flota de Mar de aquellos años.
Cerrando su discurso, el Comandante de la Flota afirmó que “al nombrar este edificio en honor al Contraalmirante Manuel García Mansilla, reafirmamos nuestro compromiso con los valores que él representó: honor, disciplina, lealtad y servicio a la Patria. Simboliza un compás que debe servir para recordar a las nuevas generaciones el rumbo que guía a los hombres a trascender e inspirar a otros, superando los desafíos y construyendo un futuro más brillante para nuestra Armada”.
A continuación, el Comodoro Honorifico García Mansilla agradeció: “Es un honor estar aquí frente a todos ustedes. Cuando mi bisabuelo llega a la Armada, se da cuenta que el litoral marítimo había que defenderlo”. Tras repasar diversos hitos de la carrera del prócer naval, concluyó: “El verdadero marino no es el que busca que lo halaguen ni en el mar ni en la tierra; solo busca cumplir con su deber. Y ustedes, miembros de la Armada, lo hacen con abnegación, sacrificio y un patriotismo que conmueve. La vida de los grandes hombres no perece con la muerte, sino que ilumina a sus descendientes y ustedes son los descendientes de esa Marina que honra a nuestro país, haciendo realidad la existencia de la bendita tierra en que hemos nacido”.
Luego, se dio lectura de la orden de nombramiento del edificio del Comando de la Flota de Mar y se realizó el descubrimiento de una placa alusiva por parte de las autoridades, que fue bendecida mediante una invocación religiosa por el capellán castrense Luis Alfredo Villafañe. Por último, se entonaron las Marchas de la Armada y “Rumbo al mar”.
Gaceta Marinera