En el segundo trimestre de 2023, había 12.874.000 asalariados, de los cuales 7.434.000 estaban registrados y 5.440.000 eran informales. Un año después, este número se redujo a 12.859.000, evidenciando una disminución de 147.000 trabajadores formales y un incremento de 132.000 informales.
Este aumento en la informalidad refleja la creciente dificultad de muchas empresas para afrontar los costos laborales en un contexto de alta inflación y recesión. Al mismo tiempo, ciertos sectores informales están en expansión debido a la falta de incentivos para formalizar empleos y las complicaciones burocráticas que enfrentan las pequeñas y medianas empresas. Estas dinámicas agravan la desigualdad y plantean serios desafíos al sistema previsional argentino, ya que la reducción de aportes compromete la financiación de las jubilaciones, lo que podría llevar a futuras reformas en el sistema de seguridad social para asegurar su viabilidad.
Según el Indec, existen sectores donde más del 50% de los trabajadores están en la informalidad.
El servicio doméstico es el más afectado: de 1.580.000 trabajadores en el rubro, solo 474.000 están registrados, lo que significa que el 70% no realiza aportes al sistema jubilatorio.
La situación en la construcción también es alarmante. De las 952.000 personas que trabajan en el sector, solo 385.000 están registradas, mientras que 567.000 lo hacen de manera informal, lo que representa un 60% de trabajadores en negro. Este aumento en la informalidad ha sido exacerbado por el freno a la obra pública impulsado por el Gobierno nacional, que condujo a muchas empresas a trasladar a sus trabajadores a la informalidad.
La agricultura no se queda atrás, ya que más de la mitad de sus trabajadores, de un total de 825.000, están en negro; específicamente, 481.000 personas (58% del total).
También se observan altos niveles de informalidad en servicios sociales y de salud privados, así como en “otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales”, donde el 51% de los asalariados se encuentra en la informalidad.
A pesar de que la informalidad afecta a todos los sectores, hay algunos que presentan cifras más alentadoras. Por ejemplo, en el sector pesquero, solo el 12% de los asalariados está en negro, aunque se trata de un sector pequeño, con apenas 17.000 trabajadores, de los cuales 2.000 son informales.
Un panorama similar se observa en la explotación de minas y canteras, donde el 12% de los 116.000 trabajadores no realiza aportes jubilatorios, lo que equivale a 14.000 personas.
En el ámbito de la intermediación financiera, de 282.000 asalariados, 244.000 están registrados, mientras que 38.000 se encuentran en la informalidad.
Fuente: Ámbito