La Legislatura bonaerense aprobó en el 2016 una ley que impide más de una reelección para Intendentes, concejales, consejeros escolares, diputados y senadores provinciales. La iniciativa -votada por un acuerdo entre Cambiemos y el Frente Renovador, tras ser impulsada por María Eugenia Vidal y recibir el apoyo de Sergio Massa- apunta a terminar con las reelecciones indefinidas de los intendentes en la Provincia.
Actualmente, como consecuencia de esta ley, 90 intendentes de los 135 que hay en la Provincia de Buenos Aires no están en condiciones de poder ser reelectos. ¿Qué están haciendo en este momento? Nadie lo va hacer explícito, nadie lo va hacer público. Pero la realidad es que los dirigentes bonaerenses se encuentran negociando y buscando artilugios para sortear esta reglamentación y alcanzar la «re-re».
La reglamentación que prohíbe la reelección para un tercer mandato especifica que «abarca a quienes habiendo sido reelectos en el mismo cargo para un segundo mandato consecutivo, hayan asumido sus funciones y ejercido por más de dos años, continuos o alternados». Con esa explicación, entre los dirigentes empezó a correr la frase «Dos años y un día» con la que buscan «encontrale la vuelta» a este impedimento.
El artilugio legal que encuentran es que esta ley que -aprobada hace 5 años- todavía no está reglamentada. Por lo cual, si renuncian antes del 10 de diciembre de este año al cargo de Intendente, o en su defecto, solicitaran una licencia, estarían habilitados para poder volver a competir en 2023. «Esto responde a por como está escrita y redactada la ley. Todos se van abrazar a eso», explicó un dirigente provincial a LaNoticia1.com.
«Si durante el primer mandato el Intendente o concejal no se tomó licencia, este 9 de diciembre podría pedir licencia o renunciar sin volver hasta el final del mandato para poder ser candidato en las elecciones de 2023», resumió un concejal del conurbano que atraviesa su segundo mandato y se ilusiona con renovar su banca dentro de dos años. Así las cosas -y como reza el refrán- «hecha la ley hecha la trampa».
Este no es un tema menor porque los intendentes bonaerenses, sobre todos los del conurbano, son gustosos de quedarse a perpetuidad en los palacios municipales. Y vale aclarar que en este punto no existen «grietas» entre los dirigentes, ya que alterar o modificar el espíritu principal de la ley, es una medida que podría convenirle tanto a los intendentes del Frente de Todos como a los de Cambiemos.
Cabe recordar que hasta el propio presidente Alberto Fernández ya había dado un guiño a los jefes comunales bonaerenses para avanzar en idear alguna manera para esquivar la ley votada en 2016. Fue cuando en un discurso afirmó: «Cuando un intendente es (elegido) dos o tres veces, es porque los vecinos lo votan y quieren que siga siendo intendente. Y nosotros no podemos ir en contra de la voluntad popular».
Entre los principales intendentes que no están habilitados a competir en 2023 se encuentran Juan Zabaleta (Hurlingham), Alejandro Granados (Ezeiza), Fernando Gray (Esteban Echeverría), Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Julio Zamora (Tigre); por el lado del Frente de Todos; y Hector Gay (Bahía Blanca), Mariano Uset (Coronel Rosales), Gustavo Posse (San Isidro), Néstor Grindetti (Lanús), Diego Valenzuela (Tres de Febrero) y Jorge Macri (Vicente López); por Cambiemos.
Fuente: Lanoticia1