El uso creciente de estas estructuras genera una disminución de la superficie pública utilizable, afectando la libre circulación y el aprovechamiento del espacio común por parte de turistas y residentes. Además, se advierte que los gazebos ocupan una superficie considerable, provocando una ocupación indebida del espacio público.
La norma también destaca que los gazebos pueden obstaculizar el campo visual de los guardavidas, dificultando la vigilancia y las tareas de rescate, además de representar un riesgo en condiciones de fuertes vientos.
El municipio será el encargado de implementar las medidas de difusión, señalización y control para garantizar el cumplimiento de la ordenanza que entrará en vigencia al inicio de la próxima temporada de verano.
