Se recibió de Profesor de Educación Física, es no vidente

A Andrés Salinas la discapacidad visual lo sorprendió a dos años de terminar su carrera como profesor de Educación Física. Es el primero en nuestro pais.

Un accidente en su moto puso en peligro su vida en noviembre de 2018 y afectó sus nervios ópticos. Desde entonces ha sido un camino difícil, en el cual este mes logró un paso importante: se recibió y es el primer no vidente en alcanzarlo.

Había empezado a cursar la carrera en el Instituto Superior de Estudios Especializados (ISEE) de Punta Altaen 2016 y tras un recuperación que calificó como “milagrosa”, conversó con los directivos en enero de 2019 para mostrar que “tenía ganas de terminar, de seguir, rendir los finales que faltaban y continuar con mis compañeros”.

“Fue algo difícil”, comentó a La Brújula 24 sobre el trayecto recorrido y agregó que “fue una tarea en conjunto con los directivos que vieron mi motivación y buscaron herramientas y no encontraron una persona ciega que haya estudiado Educación Física en el país, así que acudieron a asesorarse con las instituciones de Bahía Blanca como la escuela 507 e hicieron su aporte para ver qué dispositivos podíamos usar para que los docentes supieran de qué manera manejarse ante la discapacidad”.

Clases grabadas, prácticas con pelotas con cascabel, tableros para seguir deportes como el softball, exámenes rendidos de forma oral e ir aprendiendo el sistema braille mientras cursaba las materias, fueron algunas de las estrategias que encontró para salir adelante.

Salinas destacó que no poder ver lo llevó a “desarrollar de una manera increíble la concentración y la memoria. Es increíble lo que se estimula y eso me ayudó mucho para cursar”.

Ahora le toca recorrer un camino distinto. Título en mano, quiere ejercer en el ámbito de la salud. “Aportar a mi comunidad y a personas con discapacidad”, afirmó, pero está abierto a escuchar ofertas laborales en cualquier ámbito que no sea el deportivo.

Además, actualmente se está realizando estudios con la intención de analizar la posibilidad de un tratamiento con un cirujano que trabaja con células madres en Buenos Aires, una vía que lo ayudaría a revertir el daño en el nervio óptico, gracias a que ni sus ojos ni el área de la visión en el cerebro, sufrieron lesiones.
Fuente:La Brujula 24