Con la persistencia de condiciones climáticas extremas, con temperaturas elevadas y vientos fuertes, la demanda de agua de red aumenta exponencialmente, limitando la capacidad de respuesta del servicio. De allí, la necesidad de extremar el cuidado del recurso para evitar poner en riesgo el suministro en cada una de las localidades. La demanda es tal, que las reservas no pueden recuperarse en los horarios nocturnos, como habitualmente ocurre.
A partir de ello, es necesario restringir los usos no prioritarios del agua de red. Evitar su utilización en consumos recreativos y el llenado de piletas; postergar el lavado de autos, así como el riego de veredas y espacios verdes en el transcurso del día, son algunas de las acciones que disminuyen el stress del servicio.
De esta manera, será posible revisar las prácticas cotidianas hacia hábitos de consumo sustentables que permitan optimizar la disponibilidad del recurso.
En el mismo sentido, se recuerda que diferentes instancias del servicio como captaciones e impulsiones, aún se encuentran funcionando de manera irregular luego de los daños ocasionados por el temporal acontecido en diciembre. Algunas de esas posiciones, vitales para la continuidad y sostenimiento del servicio, permanecen alimentadas de manera alternativa ante la inestabilidad del servicio eléctrico.