La suba se aplica en función de la evolución de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Registrados (RIPTE) de octubre, el indicador que elabora el Ministerio de Trabajo.
Como la suba de las escalas del impuesto se aplican desde el primer día hábil de cada año va a quedar muy abajo de la inflación, que va a acumular en 2022 cerca del 100%, de modo que en las escalas más altas los trabajadores pasarán a pagar alícuotas superiores más rápidamente.
Técnicamente, los empleados que ganen $173.834 deberían pagar una alícuota del 5%; los que perciban entre esa cifra y $347.669, el 9%; y los que llegan hasta $521.503, el 13%. Pero por efecto del aumento de la deducción especial incrementada por ley, aunque están alcanzados, no pagarán.
Así, el piso del Impuesto a las Ganancias para los asalariados pasará de los actuales $330.000 a $404.062 desde el próximo 1ro de enero. El gobierno todavía no ha aplicado estos cambios, pero se estima que el Ministerio de Economía lo haga en los próximos días.
Fuente: Ámbito