La declaración recibió el acompañamiento de la mayoría de los ministros de Salud provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y ratifica que la política de inmunización es «indispensable» como herramienta sanitaria, después del escándalo por la actividad antivacunas organizada esta semana en el Anexo de la Cámara de Diputados.
El texto, que lleva el título «Las vacunas son seguras y salvan vidas» y le dio difusión en sus redes sociales el presidente Javier Milei, hace hincapié en que la vacunación en Argentina implica una «responsabilidad compartida»: la Nación adquiere y distribuye las dosis, mientras que provincias y municipios llevan adelante la estrategia preventiva.
«Las vacunas del Calendario Nacional de Vacunación son herramientas fundamentales de la salud. Cada una de ellas cuenta con la evidencia de uso seguro, está respaldada por evidencia científica sólida y ha demostrado su eficacia para prevenir enfermedades graves y la muerte de millones de personas», señala el comunicado.
El mensaje recuerda que antes de ser incorporadas al calendario obligatorio nacional, «todas las vacunas atraviesan evaluaciones rigurosas que garantizan su calidad, seguridad y efectividad. Su aplicación debe realizarse a lo largo del tiempo pediátrico con esquemas precisos y en poblaciones de riesgo identificadas».
Además, la comunicación advirtió sobre los riesgos de relajar los esquemas vacunatorios. Dejar pasar una dosis, recordaron, puede abrir la puerta a enfermedades que ya estaban controladas. «No aplicar las vacunas del Calendario implica riesgos innecesarios», enfatizaron, marcando un punto que en estas semanas cobró especial relevancia.
El trasfondo de la declaración fue el insólito episodio protagonizado por la diputada del PRO Marilú Quiroz, quien impulsó una actividad antivacunas en el Congreso. Allí se cuestionó la campaña contra el COVID-19 con argumentos desacreditados y escenas que rozaron lo grotesco, como la de un hombre posando con el torso desnudo para mostrar un supuesto “magnetismo” provocado por la vacuna. El espectáculo fue repudiado no solo por especialistas, sino también por trabajadores de la salud que alertaron sobre el daño que estos mensajes pueden generar en la población.
Fuente: Infobae
