La capacitación consta de una instancia teórica y una práctica. En la misma se abordan aquellas técnicas aplicables para atacar un siniestro a bordo, y está destinada principalmente para el adiestramiento de las más modernas jerarquías de cada buque, así como también de personal nuevo en el destino. Se trabaja no sólo sobre las destrezas y técnicas, sino también sobre el uso de diferentes materiales y herramientas de reparación, así como de los elementos y nomas de seguridad.
“Dentro de la unidad debe haber una organización para las emergencias en combate. Nosotros preparamos al personal en los adiestradores que simulan ser una estructura interna confinada. Todos los conceptos que adquieren en el aula los llevan a una práctica lo más real posible, y luego a bordo”, explicó el Encargado de Programación de Cursos y Adiestramiento, Suboficial Principal Benítez Ramón.
Los instructores de la ESTT supervisan los ejercicios y velan por la seguridad de la actividad. Son quienes desde una posición de observadores orientan al personal que se encuentra en las diferentes estaciones de trabajo del simulador.
Por otra parte, durante el año pasado dado el contexto de pandemia, se implementó la modalidad virtual que continúa hasta la actualidad. De esta manera, personal que se encuentra fuera de la zona de Puerto Belgrano, realiza dos semanas de cursada online, con una instancia práctica final presencial.
Curso de instructores adscriptos
La Flota de Mar y la Escuela de Técnicas y Tácticas Navales, implementaron un curso para formar instructores adscriptos. Consta de una semana de capacitación teórica/práctica, y otra de gabinete pedagógico y psicológico donde se abordan técnicas para la enseñanza.
Actualmente, realizan este curso más de una docena de suboficiales superiores, uno por cada unidad de la Flota de Mar. El personal es voluntario, pero debe cumplir con una cierta jerarquía para poder conjugar experticia/competencia con el conocimiento teórico y pedagógico. El objetivo es que cada buque cuente permanentemente con un instructor que pueda reforzar los adiestramientos in-situ.
“La idea es que el instructor adscripto acompañe al personal en el afianzamiento de los conocimientos de cada unidad en particular. Debe velar por el conocimiento de lo específico de cada buque, los saberes logísticos”, detalló el Suboficial Principal Benítez. Además, explicó que esto permitirá que las prácticas en los simuladores tengan una mayor riqueza, ya que posibilitará presentar averías más similares a la realidad.
Gaceta Marinera