Sin duda, las palabras marcan el pulso de una época. Así como en 2020 resultó elegida confinamiento como correlato de un tiempo de incertidumbre en el aislamiento en los hogares pareció ser la estrategia global para desacelerar al nuevo virus, la aparición de la vacuna tuvo su impacto en el habla cotidiana y dio lugar a una centralidad que justifica su flamante elección como “la palabra del año”.
La asociación en la que confluyen la Real Academia Española (RAE) y la agencia de noticias EFE escogió este vocablo tan presente en todos los debates de corte social, político, científico y económico por sobre otros 11 que habían llegado a la instancia final anunciada el pasado 20 de diciembre, entre los que también estaban otras voces relacionadas con la pandemia, como negacionista y variante, así como criptomoneda, megavatio y talibán, y otras más raras, como carbononeutralidad o ecoansiedad.
Según Fundéu, se trata de una palabra que ha motivado incluso la aparición de neologismos, nuevos conceptos como vacunódromo (formado con la base culta -dromo, que se refiere a un espacio de grandes dimensiones destinado a fines determinados), entre otros.
Vacuna resultó elegida “por su interés lingüístico”, ya que como fundamentan desde Fundéu, tanto esta voz y sus derivados, como vacunación o vacunado, dieron vueltas en todo el mundo hispanohablante.
Fuente: Página 12