Su historia repite la de tantos otros pueblos del país que nacieron con el paso del tren.
La estación Bajo Hondo del Ferrocarril del Sud, ya centenaria, fue habilitada al público el 30 de noviembre de 1891, fecha que hoy se recuerda como fundacional de la localidad, siendo no sólo un testimonio de la expansión agrícola y ganadera de la época sino también el
origen del pueblo. Fue construida en los terrenos adquiridos al señor Augusto Flouron, en 1890.
Entre los más antiguos pobladores merece especial mención el señor Gustavo Coulembier quien, siendo oriundo de Bélgica, en 1883 adquirió la primera superficie de tierra y estableció su estancia «La Sidonia».
Ya en 1897 se comenzó a hablar de la formación del pueblo de Bajo Hondo, con la subdivisión de una fracción de 2.734 hectáreas en chacras, quintas y solares para formar el ejido de un nuevo núcleo de población: la gran Colonia Agrícola de Bajo Hondo. El 14 de agosto
de ese año se vendieron 32 fracciones, las que fueron compradas por los señores M. Coria; T. Fernández; L. Longhi; F. Andaluz; M. Azpillaga; R. Castro; A. Augie y A. Matilhe.
Los terrenos de Bajo Hondo fueron delineados y amojonados en noviembre de 1897 por el agrimensor señor Fernández, y desde la misma fecha entraron en posesión de sus lotes los compradores. Éstos se establecieron en proximidades de la estación y se dedicaron a
las labores pastoriles, incorporando la agricultura con posterioridad, sobre todo con la llegada de los inmigrantes.
Archivo Histórico Municipal de Punta Alta