“Uno de los integrantes de nuestro equipo recibió amenazas a través de WhatsApp, dirigidas contra su persona y su familia. Este hecho es grave y aberrante. No vamos a tolerar ningún tipo de agresión contra quienes integramos la Guardia Veterinaria”, expresaron en un comunicado.
El texto remarca que los veterinarios realizan esta tarea por compromiso y vocación, muchas veces sacrificando horas de descanso y tiempo con sus familias. “Bajo ninguna circunstancia es aceptable que nuestra integridad ni la de nuestras familias se vea puesta en riesgo”, señalaron.
En diálogo con el programa Hora Pico, por «La Brújula 24», el veterinario Juan Cruz Rosetti amplió la situación: “Las agresiones y amenazas las venimos sufriendo hace mucho tiempo. Esto fue la gota que rebalsó el vaso. Una colega recibió una amenaza gravísima en su celular luego de atender a una mascota, y todo está judicializado”.
Según explicó, las reacciones violentas de algunos dueños suelen estar relacionadas con la desesperación y el costo de la atención: “La mayoría de los pacientes que llegan a la guardia no son urgencias reales. Son casos crónicos que no se atendieron antes y la frustración termina descargándose en el profesional que trata de salvar a la mascota”.
Actualmente, un grupo de cinco veterinarios sostiene el servicio desde agosto de 2022, cuando cerraron guardias históricas de la ciudad. “Somos pocos, trabajamos en horarios críticos y, además de la vocación, esto requiere seguridad. No podemos abrir la puerta sin saber quién está del otro lado”, subrayó Rosetti.
La Guardia Veterinaria pidió a la comunidad “reflexión y acompañamiento” para que no se repitan episodios de violencia y Bahía no se quede nuevamente sin la atención de urgencia.
Fuente: La Brújula 24