Tal como ocurre este mes, cobrarán el monto máximo dispuesto de $55.000, quienes tienen el haber mínimo, de $105.713, en tanto que los jubilados que perciben más que esa cifra y hasta $160.713 recibirán un refuerzo del importe que resulte necesario para completar ese monto. Por ejemplo, con un haber mensual de $140.000, el extra será de $20.713.
Cuando se anunció el bono de enero, desde el Gobierno se dijo que en febrero habría otro, de un importe a definir. Pese a la alta inflación (de 25,5% en diciembre y de un nivel similar este mes, según algunas estimaciones de economistas), finalmente se resolvió que no habrá una mejora.
Sin bonos
Los jubilados con ingresos superiores a $160.713 quedan excluidos una vez más del refuerzo, pese a ser los que más pérdida de poder adquisitivo acumulan. Solo el año pasado hubo caídas del valor real de los ingresos de entre 14,2% y 37,4%, en tanto que las pérdidas fueron, a diciembre pasado, de entre 32,6% y 44,6% en los últimos cuatro años, y de entre 26% y 55,4% desde septiembre de 2017.
El nuevo refuerzo se conoce cuando se debate en el Congreso el proyecto de ley ómnibus enviado por el Poder Ejecutivo, que incluye un capítulo referido a las actualizaciones de las prestaciones previsionales. Según la última versión de la iniciativa oficial, el plan es otorgar reajustes mensuales siguiendo la inflación del Indec, pero solo a partir de abril (en ese mes, se tomaría en cuenta la variación del índice de precios al consumidor de febrero). Eso significaría una mejora para las prestaciones respecto de lo que ocurre con la dinámica actual de reajustes.
Sin embargo, hasta el cuarto mes del año se profundizaría la pérdida de poder adquisitivo, porque la propuesta indica que en marzo se utilizaría la fórmula de movilidad aún vigente (que, según algunas proyecciones preliminares, podría arrojar un índice de alrededor de 30%, cuando la inflación del actual trimestre está estimada en cerca de 70%). Además, de acuerdo con la redacción del proyecto, quedaría la inflación del actual mes sin compensar; es decir, en el cambio de una modalidad a otra se saltearía un período mensual.
Las prestaciones del mes próximo
Con respecto a lo que ocurrirá en febrero, para determinar quiénes cobran los bonos y quiénes no, se tiene en cuenta la suma de los ingresos del sistema previsional. Por eso, si se cobra jubilación y también pensión mínima, no corresponde el refuerzo. Esa condición (más allá del haber tope para cobrar en cada período, que tuvo variaciones) es así desde el inicio de la política del pago continuo de bonos, que ocurrió en septiembre de 2022. Los refuerzos implican un reconocimiento de la ineficacia de la fórmula de movilidad vigente desde 2021 para mantener el poder adquisitivo, en un contexto de inflación creciente.
Si se consideran los montos netos del aporte para financiar al PAMI, el ingreso mínimo es, considerando el bono y en mano, de $157.542. Es una cifra bastante similar a la cobrada, también en términos netos, por quienes tienen un haber bruto de entre $161.000 y $168.000, es decir, de entre 52% y 60% más que el ingreso básico, en bruto. Los bonos generan, al no ser para todos los jubilados, un achatamiento de la pirámide de ingresos, en un escenario de pérdida de poder adquisitivo que se va agravando mes a mes.
Garantía del 82%
Para los jubilados con un haber bruto (sin contar el bono) de hasta $127.920 que obtuvieron su jubilación sin necesidad de recurrir a una moratoria previsional (es decir, habiendo cumplido con el requisito de 30 años de aportes), habrá nuevamente un suplemento de hasta $22.207, en función de lo dispuesto por la ley 27.426, vigente desde 2018. Esa normativa establece que, en esos casos, el Estado debe garantizar un haber mensual no inferior al 82% del salario mínimo, vital y móvil. Por ahora, es, al igual que en diciembre, esta referencia del ingreso laboral es de $156.000 y, por tanto, el 82% es $127.920. Ese pago ya fue hecho el mes pasado (en el cual el haber y el salario mínimo eran los mismos que ahora) y fue ratificado por las nuevas autoridades de la Anses para enero.
Así, quienes tengan un haber bruto inferior a $127.920 recibirán un monto tal que se complete esa cifra (por ejemplo, si el ingreso es de $122.000, se percibirá un plus de $5920). Entre quienes tienen los ingresos más bajos del sistema, son muy pocos quienes se jubilaron sin moratoria. Según la estadística publicada por la Secretaría de Seguridad Social, 9 de cada 10 jubilados con ese ingreso básico accedieron por moratoria, lo que significa que, al solicitar el beneficio, no tenían acumulados los 30 años de aportes que exige la ley.
Fuente: La Nación