Más de 3.300 casos graves de bullying se registraron en lo que va del ciclo lectivo en las escuelas de todo el país, en un fenómeno que cada día escala en violencia, con chicos de entre 4 y 18 años con fracturas y heridas de consideración, de acuerdo al relevamiento de la ONG Bullying Sin Fronteras.
Fueron 3.320 los episodios graves en la Argentina, según la encuesta de la entidad internacional, que alertó además por el crecimiento del ciberbullying, un fenómeno virtual que no distingue edad ni clase social y está principalmente motorizado a través de las redes sociales.
“Las aulas escolares, primarias y secundarias, públicas y privadas de la República Argentina han vivido en los últimos tres meses, es decir desde el comienzo lectivo al día de hoy. 3.320 episodios graves de bullying”, alertó a este medio Javier Miglino, titular de la ONG.
El abogado especialista precisó que esta andanada de casos violentos terminó “con niños y jóvenes fracturados, heridos de consideración y estudiantes aterrorizados con el solo hecho de mencionarles que deben ir a la escuela, a partir del hostigamiento escolar o bullying”.
Para el director de Bullying Sin Fronteras, “este 2022 se caracteriza por una mayor violencia en las escuelas, de la mano del trauma ocasionado por el encierro de los años 2020 y 2021, debido a la pandemia de Covid-19”.
A eso se suma “la falta de incentivos en los niños del nivel primario y en los adolescentes del nivel secundario a realizar actividades de ocio y de juego dentro de los establecimientos educativos”.
“Los chicos de 4 a 18 están cada vez más conectados a las redes sociales y eso agrava el bullying”, sentenció Miglino, que puso el foco en algunas en particular.
Ciberbullying
“El ciberacoso afecta a todos aquellos y aquellas que utilizan las redes sociales de Twitter, Facebook, Instagram y WhatsApp, denominadas internacionalmente como las ‘cuatro tóxicas’, que dejan al año más de 200 mil muertes por suicidio y homicidio en el mundo”, sostuvo el especialista, mientras agregó que “se suma TikTok, que de a poco comienza a dejar su estela de daño”.
Al explicar la problemática del ciberbullying, Miglino sugirió que “es como un incendio” y comparó: “Cuando se desata un fuego, a la primera llama, uno o varios salen a apagarlo porque conocen los devastadores efectos del fuego que no titubea a la hora de destruir y matar. Pasado el momento de la primera llama o el primer chispazo, todo lo demás será peligroso”.
“Sin embargo cuando alguien insulta a otra persona -desde un panadero, a un abogado, periodista, médico, deportista, político o incluso el Presidente de la Nación- se produce un coro de trolls; es decir personas y robots que actúan por dinero o por pura maldad para dañar, que no hacen más que alabar y avivar la llama. Se busca dañar y se busca infringir dolor”, redondeó el titular de la ONG.
En la misma línea, repasó que “en la República Argentina se han producido en 2022 numerosos suicidios por este motivo” y alertó además por las consecuencias psicológicas.
“En las clínicas psiquiátricas privadas como Dharma y en los departamentos psiquiátricos de los hospitales Penna, Fernández, Pirovano, Piñeyro y Santojanni de la Capital Federal. Y del Paroissien (La Matanza), Lucio Meléndez (Almirante Brown), Manuel Belgrano (San Martín), Pedro Fiorito (Avellaneda), Luisa C. Gandulfo (Lomas de Zamora), Evita Pueblo (Berazategui), Evita (Lanús), Isidoro Iriarte (Quilmes), Dr. Ramón Carrillo (Ciudadela), Dr. Bocalandro (Loma Hermosa) y Mariano y Luciano de Vega (Moreno); entre muchos otros, cada vez hay más jóvenes y adultos internados por afecciones psiquiátricas”, advirtió Miglino.
Al indagar en las causas, consideró que van “desde la depresión a capítulos de impulsividad e intentos de suicidio, derivados del ciberbullying producido en Twitter, Facebook, Instagram y WhatsApp”.
Asimismo, Miglino aseguró que “no existe un perfil de víctima, ni existe un perfil de acosador” y graficó: “Así como ‘la oportunidad hace al ladrón’; la circunstancia crea al acosador, que es aplaudido por un coro de seres dañiños que aplauden y vitorean el acoso en las redes”.
“Por caso, la titular del INADI Victoria Donda sufrió un terrible episodio de acoso, cuando un sujeto la filmó, la hostigó y la molestó cuando estaba almorzando en un restaurante de Buenos Aires. No conforme con su accionar, el agresor subió el video a una red social para continuar con la burla e iniciar el ciberbullying”, ejemplificó.
Fuente: Diario Popular