Desde anoche los combustibles aumentaron 11 por ciento promedio. No obstante el incremento no fue aplicado por todas las petroleras de manera uniforme, ya que a diferencia de que viene sucediendo, por el momento YPF no modificará las pizarras de sus Estaciones de Servicio.
La última suba había ocurrido el pasado 14 de marzo, cuando los productos tradicionales escalaron 9,5 por ciento y 11,5 los de categoría Premium. Según explican en el mercado, la desición responde a la evolución de las principales variables que conforman el precio de venta al público, sobre todo de la cotización internacional del petróleo y los niveles de demanda superiores a la prepandemia, que requieren importaciones para para complementar la oferta local.
La medida, si bien resulta incómoda para el automovilista, representa un alivio para la rentabilidad de los expendedores. Según explican, el atraso de precios de combustibles agravó aún más la situación del sector en un contexto en que el resto de los precios de la economía continúa subiendo.
Por ejemplo, apuntan que mientras el precio de la nafta súper se incrementó 17.5 por ciento desde junio de 2021 hasta marzo de 2022, los precios al consumidor se incrementaron 39.7 por ciento, los precios de alimentos y bebidas lo hicieron en un 43.8 por ciento, el precio de la leche fresca en sachet en un 29.1 por ciento y el precio del pan francés se incrementó un 45.4 por ciento, para tomar sólo algunos productos de referencia, todo esto según datos oficiales de INDEC.
“Desde hace cuatro años estamos operando en modo supervivencia. Primero fue la recesión, luego la pandemia y ahora un contexto económico de incertidumbre, marcado por nuevos picos de inflación y el atraso en los precios”, advirtió Gabriel Bornoroni, presidente de CECHA.
Esta evolución de los precios relativos ha provocado un peor desempeño de la facturación total de las Estaciones de Servicio del país medida a precios constantes. Durante marzo de 2022, la facturación total a precios constantes estuvo todavía 7.7 por ciento por debajo del nivel registrado en marzo de 2018, 4 años atrás. En este período, la pérdida total de facturación equivale a 5.5 meses de facturación, a precios de inicio del periodo.
Desde que comenzó la última recesión en Argentina, a comienzos de 2018, el mercado minorista de combustibles líquidos perdió -de manera acumulada- ventas por 8.2 millones de m3, lo que representa 5.2 veces el volumen total vendido durante abril de 2018, el mes tomado como referencia.
Fuente: Surtidores