Según un informe de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (Amcham), basado en datos de Goldman Sachs, los aranceles previos a las importaciones en EE.UU. promediaban un 6,4%, mientras que Washington aplicaba una tarifa media del 1,2%. En este contexto, productos como vidrios y artículos eléctricos argentinos, que antes tenían un 0% de arancel, verán un aumento completo hasta el 10%. Otras categorías, como “otros productos”, sufrirán un incremento similar al partir de un 0,1%.
El impacto varía en otros sectores: lanas, metales y derivados pasarán de un 0,2% a un 10%, con un aumento de 9,8 puntos porcentuales. En tanto, químicos, maquinaria, pieles y cueros verán un ajuste de 9,7 y 9,6 pp respectivamente. Para los productos vegetales y plásticos, que tenían un arancel de 1,3% y 1,4%, la suba será de 8,7 y 8,6 pp. En contraste, los alimentos, animales y textiles experimentarán aumentos de entre 2,9 y 5,4 pp.
En cuanto a la industria del transporte, aún no está claro si su arancel del 11,2% será reducido al 10%, o si se mantendrá sin cambios. Sin embargo, sectores como acero y aluminio seguirán gravados con un 25%, independientemente del país de origen.
A nivel diplomático, señala el diario La Nación, Argentina enfrenta dificultades para negociar una reducción de estos aranceles debido a su membresía en el Mercosur, que impide acuerdos bilaterales con EE.UU. Sin embargo, Amcham sugiere que el país puede explorar vías alternativas, como acuerdos específicos de inversión o desarrollo comercial. Mientras tanto, la entrada en vigor de los nuevos aranceles comenzará el 5 de abril, y los llamados «aranceles recíprocos», más elevados, regirán desde el 9 de abril.
Fuente: Infobae