La histórica iniciativa, que lleva como nombre Diana Sacayán y Lohana Berkins, en homenaje a dos activistas trans víctimas de travesticidios, era muy esperada por miembros de este colectivo que llevan años militando en busca de la ampliación de derechos fundamentales.
La norma recibió 55 votos a favor, uno en contra -del senador cordobés del PRO, Ernesto Martínez-, y seis abstenciones, todas de legisladores de Juntos por el Cambio -Julio Cobos, Silvia Elías de Pérez, Humberto Schiavoni, María Belén Tapia, Roberto Basualdo y Laura Rodríguez Machado-. Muchos de los senadores de la oposición que votaron a favor, se abstuvieron -sin embargo- en el artículo 7, que es el que estipula que no se tengan en cuanta a la hora de ingresar al trabajo los antecedentes contravencionales.
Al abrir el debate, la senadora del Frente de Todos y titular de la Banca de la Mujer, Norma Durango, explicó que «toda persona travesti, transexual o transgénero tiene derecho al trabajo legítimo sin discriminación por motivos de identidad de género».
“Hoy estamos discutiendo algo más que el cupo laboral. Estamos empezando a debatir si este colectivo va a empezar a tener los derechos humanos que les corresponden”, señaló.
A su turno, la senadora de Juntos por el Cambio, Gladys González, pidió reparar los errores de la sociedad y del Estado y avanzar en una ley para la comunidad trans. “¿Cuánto tiempo más tiene que pasar para que les demos la posibilidad del trabajo formal?”, indicó.
En tanto, la senadora del Frente de Todos por Río Negro, Silvina García Larraburu, puntualizó que «la población trans se encuentra excluida de los sistemas formales de educación y del mercado de trabajo». «Deseo que hoy terminemos esta jornada con este proyecto siendo ley», agregó.
Por su parte, la neuquina Silvia Sapag, explicó que no se le puede exigir a este colectivo «que no tengan antecedentes contravencionales o penales para acceder al derecho al trabajo, cuando está demostrado que fue desde la sociedad y desde el Estado sostenida esta mirada criminalizadora».
La senadora oficialista por Tierra del Fuego, Nancy Duré, calificó de «histórica esta sesión» y consideró que es «el resultado de una lucha histórica del colectivo travesti trans y es el resultado de haber transformado ese dolor en sus vidas en resistencia».
Al promediar el debate, el senador de Juntos por el Cambio, Pablo Blanco, tomó la palabra para anticipar su cambio de postura. “Cuando empezó esta sesión tenía pensado abstenerme, pero escuchando a las senadores preopinantes y entendiendo que la única verdad es la realidad y que no siempre se reconocen los derechos a todos, voy a cambiar mi voto a afirmativo”, indicó.
Acto seguido, el titular de la bancada de Juntos Por el Cambio, el formoseño Luis Naidenoff, celebró este proyecto que amplía derechos para las minorías. “Cuando el Congreso trata la sanción de este tipo de leyes, que intentan dar una vuelta de página en una historia de discriminación de sectores vulnerables, siempre es un avance”, añadió.
Al cierre, el presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, el oficialista, Daniel Lovera, pidió acompañar la ley y sentenció, como broche al debate: «No podemos seguir legislando de manera binaria».
Qué dice la ley
Entre los beneficios que estipula la ley se encuentra la posibilidad de que la población travesti trans pueda ingresar al puesto de trabajo aunque no haya completado los ciclos de formación educativa, aunque se exige como condición que se retomen y finalicen esos estudios.
A su vez, la iniciativa prevé incentivos en las contribuciones patronales de 12 y 24 meses (dependiendo del tamaño de la empresa) en caso de contratar personal de este colectivo. «Las contribuciones patronales que se generan por la contratación de las personas beneficiarias de la presente Ley podrán tomarse como pago a cuenta de impuestos nacionales» por un año, dice el texto. El beneficio se extiende a dos en el caso de las pequeñas empresas
La ley también contempla el acceso a créditos en el Banco Nación con tasa preferencial para el financiamiento de proyectos productivos de personas de este colectivo, garantizando capacitación para el acceso al beneficio.
Por otra parte, no se tendrán en cuenta los antecedentes contravencionales para el ingreso al trabajo, así como tampoco los antecedentes penales que resulten irrelevantes para el acceso al puesto laboral, teniendo en cuenta la particular situación de vulnerabilidad de este colectivo.
Otro de los puntos establece que «los organismos comprendidos en la presente ley deben promover acciones tendientes a la sensibilización con perspectiva de género y de diversidad sexual en los ámbitos laborales, con el fin de una efectiva integración de las personas travestis, transexuales y transgénero en los puestos de trabajo».
El acceso al trabajo se garantizará a través de la creación de un registro único de aspirantes en el que pueden inscribirse las personas travestis, transexuales y transgénero interesadas en postularse a cubrir puestos laborales, con el objeto de proveer listados de candidaturas a las reparticiones y a las personas jurídicas o humanas que lo requieran. La inscripción en el mismo no es obligatoria ni resulta impedimento para el acceso al régimen de inclusión laboral.
Fuente: Ámbito