A pesar de esta caída histórica, Argentina sigue siendo uno de los países con mayor consumo per cápita de carne vacuna, comparable a Uruguay y muy por encima de Estados Unidos (38 kg), Australia (27 kg) y Chile (26 kg).
El consumo total de carnes (bovina, aviar y porcina) en Argentina podría situarse en 105,7 kg por habitante en 2024, lo que representa una reducción de siete kilos en comparación con el promedio de los últimos diez años (112,8 kg). Proyección anual que se realiza mediante una desestacionalización basada en información de años anteriores.
Para estas estimaciones, la Bolsa de Comercio de Rosario se basó en datos de la Subsecretaría de Ganadería y Producción Animal de la Secretaría de Bioeconomía, correspondientes al mes de mayo, para las carnes bovina y aviar, y hasta abril para la carne porcina; información ésta adelantada por InfoGEI el pasado 28 de junio.
Composición de la dieta cárnica
En cuanto a la composición de la dieta cárnica, se prevé que en 2024 será: 42% carne bovina, 42% carne aviar y 16% carne porcina. La proporción de carne bovina habría disminuido 3,5 puntos porcentuales respecto a 2023, mientras que el consumo de carne aviar habría aumentado 2,4 puntos porcentuales.
Por primera vez, el consumo per cápita de carne vacuna y carne aviar sería igual (alrededor de 44,5 kg). El consumo de carne porcina también mostraría un incremento de 1,1 puntos porcentuales respecto al año anterior.
La carne y sus sustitutos
Un factor clave para entender esta dinámica es la relación de precios entre la carne vacuna y sus sustitutos. El indicador de precio relativo, calculado con datos del IPCVA, muestra que en 2024 la relación entre el precio del asado y un mix de 0,5 kg de pollo entero y 0,5 kg de pechito de cerdo se mantendría en 1,9, igual que en 2023.
Esto indica que con el costo de un kg de carne vacuna se pueden adquirir casi 2 kg de carnes alternativas, un factor que contribuye a la menor participación de la carne de vaca frente a las de cerdo y pollo. El promedio de los últimos diez años para este indicador es de 1,7, lo que subraya que la carne vacuna es actualmente más costosa en relación a sus sustitutos.
Fuente: InfoGEI