Después de un año para el turismo signado por los efectos del Covid-19, representaba un gran desafío encontrar en esta temporada de Verano 2021 una oportunidad para recuperar la actividad del sector. Para cumplir con ese objetivo, fue clave el aporte desde el Estado, con programas que facilitaron recursos para el turismo y el diseño de protocolos sanitarios.
El resultado parece alentador: según datos oficiales tomados hasta fin de febrero, más de 12 millones de argentinos viajaron por el país en la temporada. El número representa un 75% del verano anterior, muy por encima de las expectativas.
Entre los destinos más elegidos este verano, los clásicos de la Costa Atlántica y la provincia de Córdoba estuvieron otra vez presentes, concentrando alrededor del 60% del flujo turístico. Aunque, también se ubicaron al tope los destinos patagónicos.
Como reflejo del impacto de esta temporada en la golpeada actividad, sólo en lo que fue el fin de semana largo de Carnaval, viajaron 3 millones de personas. De acuerdo con cifras del sector privado, se alcanzó la ocupación plena en destinos de todas las regiones argentinas.
A partir de estos guarismos, LA BRÚJULA 24 focalizó su mirada en los tres destinos atractivos de la región, donde el hallazgo de algo de esparcimiento, a partir del agobio que significan meses de incertidumbre por el avance del coronavirus, fue un objetivo nada sencillo. Sin embargo, como paradoja del destino (y por fortuna), el arribo de la segunda ola se produjo sobre el final de la temporada estival.
Monte Hermoso, Pehuen Có y Sierra de la Ventana apostaron a seducir a quienes tenían un restito en la billetera para cambiar de aire, tan necesario como saludable. El resultado superó las expectativas hasta la de los más optimistas que no imaginaban recibir, sobre todo los fines de semana, a un aluvión de familias que se animaron a algo más que una escapada para instalarse en los distritos que los esperaba con los brazos abiertos.
Monte, entre los destinos más elegidos del país
El primero en brindar su testimonio en relación al tema planteado fue Franco Gentili, secretario de Turismo de Monte Hermoso. Más que satisfecho por el saldo que dejaron los meses de calor, ponderó el gran trabajo realizado en la previa al comienzo de la temporada para garantizar la seguridad de una temporada signada por el riesgo de contagios de coronavirus, algo que no fue un escollo para el distrito.
“El balance de la temporada fue muy positivo, teniendo en cuenta el contexto de la pandemia y que en octubre o noviembre no sabíamos qué iba a ocurrir y estábamos en reuniones con los gobiernos provincial y nacional y los prestadores se tomó la decisión de una apertura al turismo. Culminando el mes de marzo entendimos que fue correcto haber permitido la llegada de visitantes”, sentenció Gentili, durante el comienzo de su charla con la redacción de este diario digital.
Aunque no ocultó las primeras dificultades, allá por los primeros días de 2021: “Si bien comenzó un tanto lenta la afluencia de turistas por la incertidumbre y la cantidad de información que existía respecto de los protocolos y certificados, a partir de la segunda quincena de enero se produjo un punto de inflexión, donde la gente entendió que se podía hacer turismo de modo responsable, con todos los cuidados. Fue allí cuando levantó la demanda, tuvimos picos de ocupación en varios fines de semana, llegando incluso al 100%”
“El promedio general cerró por encima del 70%, un índice muy bueno considerando la situación sanitaria del país. No planteamos ningún tipo de evento porque no queríamos incentivar a la aglomeración de personas y decidimos que se disfrute desde el punto de vista natural, en lugares abiertos y recorriendo cada sector del distrito. Lo más importante es que pudimos tener temporada de verano, que hayamos estado entre los cinco destinos más elegidos a nivel provincial y entre los diez en todo el país”, sentenció.
Luego, se zambulló en la conducta de los visitantes: “El turista se comportó bien, fue de menor a mayor. El trabajo se hizo de forma paulatina, entendiendo que todos éramos parte del éxito de la temporada. Realizamos un trabajo que tiene que ver con la concientización, a partir de las redes sociales con la necesidad de buscar la empatía”.
“Posteriormente apostamos a machacar desde la carterlería y la incansable tarea de los inspectores en la calle para que la gente comprenda que el uso del barbijo y las medidas sanitarias eran la clave para no tener sobresaltos. Lo mismo se hizo con los prestadores de servicio y hoteleros. Los protocolos fueron fundamentales y los turistas lo fueron comprendiendo con el transcurso de las semanas, sabiendo que el uso del tapabocas para bajar a la playa era algo extraño y nuevo para todos, se buscó generar el hábito y la costumbre”, dijo Gentili.
A partir de esa afirmación, el funcionario montermoseño agregó que “en la medida que se podía, cada uno mantenía la distancia y no aglomeraba de reposeras o sombrillas. Los restaurantes mantuvieron sus protocolos, más allá de que había momentos en que se veían desbordados por la cantidad de clientes”.
“Los números indican que no tuvimos complicaciones en cuanto a los contagios, lo que revela que se cumplieron los protocolos, más allá de las juntadas o fiestas que fueron un problema en toda la costa. En Monte Hermoso lo controlamos bastante bien, sabiendo que se trata de un destino familiar, ideal para crear las burbujas”, cerró respecto a ese tema tan controversial.
El acierto de la semipeatonalización
Gentili desglosó el resultado de la actividad de los empresarios que hicieron una fuerte apuesta: “A la mayoría del comercio le fue bien, a otros no tanto. En el caso de la gastronomía anduvo muy bien. Con la semipeatonalización de calle Faro Recalada buscamos ampliar los espacios al aire libre”.
“A otros restaurantes también les permitimos ganar lugar en las veredas porque el aforo adentro de cada local era limitado. La gente entendió que era importante utilizar las mesas a la intemperie y esa fue una muy buena iniciativa. Lo mismo pasó con las cabañas, hotelería e inmobiliarias que tuvieron un balance positivo”, sintetizó.
No obstante, reconoció que “más delicado fue el panorama para hoteles de categoría inferior, teniendo en cuenta las características edilicias y donde los turistas eran algo más reticentes. Siempre hablamos en los términos del contexto en el que no fue la mejor temporada de los últimos años.
“El sistema de salud funcionó bien, no tuvimos ningún tipo de complicación. Pudimos cumplir de manera rápida con aquellas personas que dieron positivo y que en ningún momento llenaron el hotel que habíamos puesto a disposición, exclusivamente para esta contingencia, para aquellos que se contagiaban y no podían volver a sus lugares de origen”, expuso el secretario de Turismo montermoseño.
Al cierre, reiteró que el trabajo previo que se realizó fue muy bueno: “Tampoco tuvimos que echar mano al hospital modular que instaló el gobierno nacional y que no se tuvo que utilizar. Una obra fundamental para la localidad que nos quedará para la ciudad, una inversión de la que estamos muy agradecidos y nos va a venir muy bien”.
Para Pehuen Co, era una verdadera patriada
El caso de Pehuen Co era todo en desafío en sí mismo. Porque por sus características de un destino que recibe veraneantes que suelen “pasar el día”, el control respecto a quienes ingresaban y aquellos que emigraban era algo más complejo a partir de los protocolos aprobados con antelación. Pese a ello, salió airoso, independientemente de los temores previos que cundían entre las autoridades locales.
“De acuerdo a las expectativas y la incertidumbre que trajo el inicio de temporada, el balance es positivo. Primero, porque no tuvimos casos registrados de turistas mediante el protocolo de seguimiento de la app CUIDAR. Pehuen Co fue uno de los pocos destinos a nivel país que hizo un uso muy estricto de la herramienta y controló los permisos en el ingreso de la localidad las 24 horas todos los días de la temporada con el fin de regular la cantidad visitantes y cuidar a nuestros turistas y habitantes locales”, rompió el hielo Bernardo Amor, director de Turismo de Coronel Rosales.
Ante esto, el dirigente puntaltense aseguró que “ese esfuerzo tuvo como resultado el nulo contagio de turistas y muy pocos casos de habitantes del distrito. Se pudo terminar la temporada que era el objetivo y no se tuvo que cerrar la actividad turística. Y por el consumo que es el factor clave del éxito de la temporada; en este sentido fue muy positivo porque la proyección era una caída del consumo del 60%, sin embargo estamos cerrando con una baja apenas del 10% en algunos sectores y de un 30% en otros.
“El comportamiento del turista fue correcto. Pudimos observar dos tipos de conductas: la primera, es que cumplieron siempre con los protocolos establecidos para alojamiento, para salir a comer y para ir a realizar compras a los comercios. Y la segunda, se observó cierto relajo y falta de cumplimiento con el uso del barbijo en los espacios públicos. Pero en líneas generales el comportamiento estuvo a la altura de las circunstancias”, reveló.
Una vez aclarada esta situación, Amor se mostró conforme porque “el comercio local pudo trabajar, lo cuál eso ya representó un rédito, ante un escenario allá por octubre y noviembre donde no sabíamos si la temporada comenzaba. El sector alojamiento fue el que mejor trabajó, a excepción de los campings que se vieron afectados por los protocolos”.
“Desde el 15 de diciembre y hasta el 31 de enero en Pehuen Co la estadía mínima era de cinco días eso trajo mucha tranquilidad y previsibilidad al sector y pudo trabajar con altos porcentajes de ocupación; de hecho, si compráramos la temporada pasada con esta, pasamos de 7 noches de estadía promedio a 13 noches en esta. La gastronomía se vio un poco mas limitada pero pudo cumplir con el objetivo de mínima, y el sector de comercios y compras cayó en promedio un 25%”, resaltó en otro segmento de la entrevista.
“Hubo bajo nivel de consultas y seguimientos”
Ya sobre el final, coincidió con lo ocurrido en los demás destinos turísticos: “El sistema de salud se reforzó, se preparó con esfuerzo a partir de la labor de la secretaría de Salud del municipio que montó un consultorio Covid en las instalaciones del playón deportivo y cultural lindante a la sala médica de Pehuen Co”.
“Merced a esta tarea, hubo un bajo nivel de consultas y seguimientos o personas aisladas. Solo algunos casos puntuales se derivaron para testeo o atención médica al hospital Municipal Eva Peron de Punta Alta. Y en ningún momento se tuvo que aplicar el protocolo de turistas que hayan tenido que volver a su lugar de residencia por contagio confirmado”, finalizó Amor.
En la Comarca Serrana no se quedaron atrás
La comarca serrana fue la más golpeada por la pandemia que “le arrebató” la temporada alta al tener que cerrarse en vacaciones de invierno de 2020 a partir de que en ese entonces comenzaba la primera hora de contagios. Destinos como Sierra o Villa Ventana tuvieron que salir a recuperar parte del terreno perdido allá por el cierre de ese año y, a juzgar por los números, no le fue para nada mal
Gustavo Sandoval, desde su rol en la subsecretaría de Turismo de Tornquist, no se sonrojó al admitir que “estamos satisfechos. Cerramos con Semana Santa con ocupación plena. Desde el 1º de diciembre que se reabrió el turismo y empezamos a ver que llegaron muchas consultas. En enero se fue cristalizando. El verano es una temporada intermedia y este año fue alta”.
“Este año, a diferencia de otros, la gente se alojó de 4 a 7 noches cuando antes era de una a tres noches. El contexto de pandemia hizo que la gente elija un destino de cercanía, naturaleza y estilo rural. Nosotros encuadramos en esas categorías para pasar unas vacaciones como punto ideal. Mucha gente que hacía mucho que no venía a la zona regresó a la comarca”, trazó a modo de radiografía de los visitantes.
El funcionario del distrito prosiguió en esa tesitura: “Por el temor a que Nación o Provincia cierren el turismo, mucha gente vacacionó en la provincia de Buenos Aires. El porcentaje de la gente que nos visita desde el AMBA es de entre 70 y 80 por ciento, pero en esta ocasión llegaron turistas que nunca nos habían visitado”.
“La mayoría de los turistas respetaron los protocolos”
En paralelo, Sandoval aseguró que “la mayoría de la gente que se acercó respetó los protocolos. También los prestadores de las distintas localidades ajustaron las medidas, trabajando en conjunto con las Cámaras y la Secretaría de Salud. Después de ocho meses sin trabajar, se hizo mucho hincapié en esto. Tuvimos casos de personas a las que se les tuvo que decir que usen el barbijo en un comercio, pero fueron una minoría”.
“El comerciante pudo sacar un rédito económico, gracias al nivel de ocupación. No solo el rubro alojamiento trabajó muy bien. Y pudieron ponerse al día con las deudas que se habían generado a partir de tanto tiempo cerrados. Inclusive marzo fue un mes interesante, con Semana Santa como una fecha de gran afluencia histórica. Fuimos un destino que no tuvo casos de coronavirus por el ingreso de turistas”, mencionó, sacando chapa del éxito sanitario.
Pero automáticamente después, el titular de Turismo tornquistense aceptó que “el año pasado, lamentablemente hubo comercios que bajaron la persiana o tuvieron que reinventarse pensando que la cuarentena inicial iba a durar poco tiempo. Luego se fue complicando para muchos de ellos, por eso las expectativas no eran de las mejores, pero a medida que pasó el tiempo se notó que iba a haber una reactivación económica muy importante.
“Los casos que tuvimos y estamos teniendo son locales, gente que vive aquí durante todo el año. Habían bajado considerablemente en el verano, por eso el sistema de salud respondió muy bien. Se hizo un gran trabajo desde el municipio, producto de las gestiones del intendente para equiparse de la mejor manera para que cualquier persona que presente síntomas de la enfermedad, pueda tener la mejor asistencia. No tuvimos inconvenientes en cuanto a la disponibilidad a camas”, cerró Sandoval.
Para el Balneario Maldonado no resultó para nada fácil
En el último de los puntos a evaluar, emerge el Complejo Recreativo Maldonado que decidió abrir sus puertas el primer lunes de enero, con una capacidad reducida a 500 personas por día y la necesidad de contar con un permiso obligatorio antes de dirigirse a las instalaciones ubicadas en la intersección de la Ruta Nacional Nº 3 y Charlone, un clásico para los bahienses que mitigan el calor en sus frescas aguas.
El subsecretario de Deportes, Bernardo Stortoni, explicó que “esta temporada que se cerró el último día de febrero tuvimos una afluencia que apenas alcanzó el 30% con el promedio de las anteriores, en las que el coronavirus no aparecía en el horizonte. Fue toda una decisión abrirlo porque los costos son elevados y, como todos saben, el precio para disfrutar de sus instalaciones es muy bajo porque lo que se persigue es un fin social. No obstante, no estamos para nada arrepentidos de haber ofrecido la alternativa”.
Fuente: Leandro Grecco – La Brújula 24