La reapertura oficial, que tendrá lugar el próximo martes a las 11, se da a cinco años del cierre que impulsó la administración de la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal con el despido de más de 200 empelados, situación que convirtió a la fábrica en un caso emblemático de lucha por los derechos de las y los trabajadores.
Ollas populares, más de mil días de acampe, cortes en las rutas 51, la 3 y la 226; marchas; dos grandes movilizaciones desde la localidad de Azul hacia Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y la conformación de un comité de crisis fueron parte de esa resistencia que consagró a Fanazul como un ícono de lucha que en determinados momentos deben librar los trabajadores en pos de mantener sus puestos laborales.
Ubicada a unos 32 kilómetros del centro de Azul, Fanazul fue inaugurada en 1946, y desde sus inicios estuvo destinada a producir bienes y servicios para la defensa, la minería y otras actividades, abocada al abastecimiento de estos sectores, la fábrica llegó a ser la única productora de trinitrotolueno (TNT) de Sudamérica.
Durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, Fanazul se reactivó, luego de un fallido intento de privatización en la gestión de Carlos Menem.
Entre 2003 y 2015 se incorporó personal e inversión a la empresa, y de esta forma «estuvo dentro de los estandartes internacionales», comentó a Télam Oscar Galante, vicepresidente de Fabricaciones Militares.
Fue así que, para 2015 había cinco plantas productivas dentro de la unidad: la de Nitroglicerina, Trinitrotolueno (TNT), Emulsiones explosivas, Planta de Proyectiles, y el servicio de Destrucción de Materiales Explosivos.
Vaciamiento
Pero el proceso se interrumpió cuando el gobierno de Cambiemos determinó, en ese fin de año de 2017, el cierre de la fábrica para «achicar gastos» del Estado.
El desmantelamiento se dio entre diciembre de 2017 y 2019. Recién en 2020, con el cambio de gobierno, se decidió la reapertura y reconstrucción, con una pandemia de coronavirus mediante que demoró el proceso.
Nueva etapa
Ahora, tras años de paralización se prepara para elaborar el Mastermix, un tipo de explosivo que fue encargado por Perú.
«Nos comprometimos si llegábamos al gobierno en reabrirla. Empezamos durante mi gestión y ahora durante la gestión del ministro Taiana. No solo estamos devolviendo el trabajo a quienes habían sido despedidos, sino que estamos orientando la producción hacia la exportación y eso es absolutamente beneficioso», remarcó el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, días atrás durante su exposición en el Senado de la Nación.
Reincorporaciones
Según precisaron desde Fabricaciones Militares, en contraste con las 16 personas que habían quedado, hoy son 114 los agentes que tienen asignadas tareas en una fábrica que está lista para volver a producir.
«Hubo casi 100 reincorporaciones o incorporaciones nuevas, se fue incorporando recurso humano y se sumaron cuatro pasantes de ingeniería de la Universidad Nacional del Centro (Unicen)», detalló Galante.
También que en este lapso se trabajó para reactivar el centro de destrucción de explosivos; recuperar las calderas de vapor; los tanques de ácido; el sistema de calefacción de la glicerina y las cañerías, y se adquirieron equipos de grupos electrógenos, compresores de aire y de amoniaco, se firmaron convenios con la Unicen, con el INTA, y se volvió a instalar un alambrado perimetral para resguardar las instalaciones.
Expectativas de mayor empleo
La expectativa también contiene una promesa de mayor empleo, ya que, el objetivo es incorporar «20 personas más a partir de ponerla en marcha y alrededor de 10 y 14 más, si habilitan la planta de destrucción de chalecos». «Es volver a producir en una planta emblemática de producción para la Defensa, y eso es soberanía nacional», definió Galante.
El acto se realizará en las inmediaciones de Fanazul, el kilómetro 9 de la Ruta Provincial 80 (Azul, Provincia de Buenos Aires) y estará presidido por el presidente Alberto Fernández, el ministro Taiana y el presidente de Fabricaciones Militares, Iván Durigón.
Fuente: InfoGEI