Javier Milei, se hizo un nombre por sus posturas a las que el mundo califica como «radicales» y por su estilo confrontativo. Este jueves se publicó un adelanto que lo tiene como la figura de tapa de la Revista Time.
Con el titular «El radical. Cómo Javier Milei está sacudiendo al mundo», el libertario no perdió tiempo en celebrarlo en sus redes sociales, como si hubiera ganado un premio Nobel. Sin embargo, una lectura más detenida del artículo revela una perspectiva crítica y mordaz, que pone de manifiesto una profunda contradicción entre su alarde y la realidad presentada por la revista.
La portada de Time, que muestra un retrato de Milei, es, sin duda, un logro visible y una plataforma de reconocimiento internacional para él. En su cuenta de Twitter, Milei compartió la portada con entusiasmo, destacando su presencia en una de las publicaciones más influyentes del mundo. Para muchos de sus seguidores, esto parecía ser una validación de sus políticas y su impacto global.
Escribió, como siempre hace, la frase «Fenómeno barrial», una caracterización descalificante que, por lo visto, lo sacó de quicio en su momento, y ahora utiliza para «enrostrar» sus logros actuales.
LA REVISTA TIME LO DESMENUZA SIN PIEDAD
No obstante, el contenido del artículo cuenta una historia diferente. La periodista Vera Bergenguren, quien entrevistó a Milei durante una hora y recopiló testimonios de funcionarios y allegados, presenta una imagen menos halagadora. El artículo detalla cómo las políticas económicas de Milei están llevando a un aumento significativo de la pobreza, del 45% al 55%, y cómo sus medidas de austeridad están golpeando duramente a los argentinos comunes, mientras la inflación anual se mantiene cercana al 300%, una de las más altas del mundo. “Es posible que a Milei se le esté acabando el tiempo antes de que su apoyo popular se desmorone”, sentencia la publicación estadounidense.
Además, Time no escatima en resaltar las excentricidades y los detalles ridículos de Milei. Desde jactarse de ser un gurú del sexo tántrico y blandir una motosierra en mítines, hasta afirmar tener conversaciones telepáticas con sus perros clonados, la revista pinta un cuadro de un líder cuya conducta y retórica extremas lo hacen destacar, pero no necesariamente de manera positiva.
También subraya sus ataques al Papa Francisco, llamándolo «zurdo hijo de puta», la permanente burla al cambio climático, y sus polémicas declaraciones contra la «casta» política (a la que solo en su discurso dice combatir), y los medios de comunicación, que añaden más leña al fuego de la controversia.
LA EUFORIA FRENÉTICA DE JAVIER MILEI
El artículo también subraya la alta influencia de su hermana Karina Milei, descrita como la figura clave detrás del trono, controlando quién tiene acceso al presidente y qué decisiones se toman en su gobierno. Esta dinámica añade una capa adicional de complejidad a la gestión de Milei, sugiriendo una centralización del poder que podría ser problemática.
“La estrecha relación de Milei con su hermana es una excepción. Se dice que tiene pocos amigos cercanos y recientemente está soltero después de romper una relación con una glamorosa actriz de televisión. En cambio, se mudó a la residencia presidencial de Olivos con perros clonados a los que llama ‘hijos de cuatro patas’, cada uno de ellos con el nombre de un economista famoso”, subraya Time.
Si bien Milei se presenta como el gran destructor de la «casta», según Time su propio gobierno es manejado como un negocio familiar donde una ex tarotista y vendedora de tortas en Instagram decide el destino de la nación.
La contradicción entre la autocelebración de Milei y el contenido crítico del artículo de Time es evidente. Mientras el presidente y sus seguidores interpretan la portada como un reconocimiento, el texto ofrece un análisis minucioso de las consecuencias negativas de sus políticas y su estilo de liderazgo y lo expone con las excentricidades que lo hacen parecer más un personaje de circo que un líder mundial.
“Criado en un suburbio de Buenos Aires, Milei tuvo una infancia problemática. Dijo que su padre abusó físicamente de él y declaró en entrevistas televisivas que considera a sus padres como ‘muertos para él’. Si bien jugaba de arquero en un club de fútbol y cantaba en una banda de covers de los Rolling Stones, sus compañeros de clase lo recuerdan principalmente por los arrebatos de furia que le valieron su apodo”, apunta un fragmento de la nota en relación a su seudónimo de «El Loco».
El artículo también señala que, pese a sus grandilocuentes promesas de recortar la «casta», las medidas de Milei están golpeando con saña a los ciudadanos comunes. Los precios se disparan y la economía está en caída libre. Time se pregunta si Milei realmente podrá implementar las reformas estructurales necesarias o si su gobierno será recordado como otro experimento fallido más en la historia de la inestabilidad argentina.
LA TAPA QUE LO DESTAPA
Además, Time compara la figura de Milei con otros líderes populistas de derecha, pero señala que su temperamento volcánico y su estilo excéntrico lo hacen único.
Milei parece más interesado en mantener su imagen de «científico loco» con su «mano invisible del mercado» que se encarga de peinarlo.
La reacción de Javier Milei ante su aparición en la portada de Time subraya una clara contradicción entre su percepción y la realidad crítica presentada por la revista.
El lema del libertario pareciera ser «Que hablen de mí bien o mal, pero que hablen», uno de los dogmas establecidos como «mantra», especialmente desde la irrupción de las redes sociales, en donde la comunicación política se basa en pura superficialidad.
Fuente: InfoCielo