Paula Sancho Furlán nació en Ushuaia, Tierra del Fuego hace 38 años. A partir de los 10 vivió en la localidad cordobesa de Nono (Departamento de San Alberto, al oeste de la provincia) junto a sus padres y hermanos menores.
Ella, sin embargo, decidió partir de Nono para hacer carrera en la Armada Argentina, siguiendo su profesión y vocación: es Licenciada en Recursos Humanos y una de las primeras de su profesión en incorporarse al Cuerpo Profesional de Oficiales.
Si bien en sus comienzos tuvo la inquietud de ser veterinaria, se inclinó hacia una profesión que resalta su potencial, buscando una carrera afín a sus aspiraciones y la encontró.
Comenzó a estudiar en el Instituto Universitario Aeronáutico de Córdoba la licenciatura en Recursos Humanos (RRHH), egresando en el 2010. Le encantó, aunque confiesa que fue difícil encontrar en el mercado laboral una propuesta acorde a sus expectativas y realidad.
“Había una vacante para reclutamiento y selección de personal, tomaban a psicólogos; si había una para liquidación de sueldos, a contadores. Si bien estamos en condiciones de aplicar ambos conocimientos, el espacio de Recursos Humanos no estaba aún legitimado, era el tiempo en que recién comenzaban a surgir las empresas de Recursos Humanos”, explicó.
“Un día escuché por la radio que en la Armada Argentina incorporaban profesionales y me animé. En ese momento, no necesitaban personal en nuestra área”, dijo y aclaró que las Fuerzas Armadas fueron pioneras en la consolidación de esta moderna profesión que implica el desarrollo del recurso humano, más allá de la conducción.
En 2012, la Armada convocó por primera vez a profesionales para cubrir cargos en la especialidad de RRHH y Paula Sancho Furlán ingresó en febrero del 2013 junto a Hilda Soledad Martínez, hoy Teniente de Navío Jefa del Departamento Personal del Cuartel General del Estado Mayor General de la Armada (CUEM).
“Al ingresar vi todo con gran fascinación, inundada por lo nuevo y lo distinto, el orden y la disciplina. Nunca imaginé ser militar y, sin embargo, estaba ahí con una fuerte determinación. Me di cuenta que algo había en ese atractivo, recordé a mi abuelo materno, quien fue suboficial gendarme, y los relatos de mi papá cuando me hablaba de sus años de conscripción en la Escuela Naval Militar”, contó.
Paula finalizó el Curso de Integración Naval (CUINA) destinado al conjunto de profesionales de diferentes carreras de grado que ingresan a la Armada por concurso, siendo su primer destino el Comando de la Aviación Naval (COAN).
“En la Armada descubrí el mundo laboral público, ya que en nuestra carrera tenía incorporado el conocimiento privado y la visión social de la empresa. Un mundo ligado a la conducción y administración del personal militar y civil que va transformándose hacia el concepto de los Recursos Humanos”, detalló.
De allí le sucedieron otros destinos navales: el Comando de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada (COAA) como Jefa de la Comisión Evaluadora y en la Jefatura de la Base Naval Puerto Belgrano (BNPB) como Ayudante del Jefe de Personal. En este último iniciaron el Plan de Capacitación Quinquenal (PCQ), hicieron las primeras selecciones de personal contratado -unas 500 entrevistas- y realizaron varias verificaciones de puestos de trabajo.
“Me encantó trabajar en la Base Naval durante el 2016 porque como ayudante del jefe, quien contaba con conocimientos en RRHH, fui encargada del personal militar subalterno y del personal civil”, destacó.
Luego regresó al COAA, a la Oficina de Relaciones Laborales de la Jefatura de Mantenimiento y Arsenales de la Armada (JEMA), para finalmente arribar en 2019 a su actual destino: la Jefatura de Personal del COAA.
Desde su ingreso en la Armada, la Teniente Sancho Furlán va abriendo un camino a esta nueva especialidad junto a sus pares profesionales, jefes y subalternos, fomentando la importancia y la necesidad de más profesionales de RRHH para hacer frente a los nuevos requerimientos, situaciones y desafíos de la Armada.
“Es un gran desafío, tanto hacia el interior como al exterior de la Institución, la difusión y visualización del trabajo del profesional de RRHH. Un desafío constante, también, la tarea de administrar personal militar y civil, cada uno con regímenes, leyes y disposiciones diferentes, pero que trabajan y conviven en el mismo ámbito laboral en pos de un objetivo común: la defensa de los intereses nacionales”, subrayó Sancho Furlán.
“Estoy muy agradecida de poder trabajar aquí y participar, a partir del 2015, de un cambio de paradigma en la estructura de la Institución: del Régimen del Estatuto del Personal Civil (PC) al Convenio Colectivo de Trabajo. Me especialicé en PC de la Armada y, en el marco de una nueva carrera para ellos, interactúo asiduamente con gremios y sindicatos”, detalló acerca de su labor diaria.
El personal civil de la Armada es aquel que, sin grado militar, posee funciones públicas y forma parte del equipo de trabajo para la Defensa Nacional. Desde cada uno de sus puestos aportan sus conocimientos, profesionales y técnicos, en las áreas de Administración, Investigación y Desarrollo, Educación, Sanidad, Seguridad, Producción y Mantenimiento. Conforman sus filas, también, el personal docente civil, de investigación y desarrollo, el clero auxiliar castrense y la Policía de Establecimientos Navales. Unos 9 mil agentes aproximadamente.
“Desde nuestra profesión, promovemos la importancia de generar capacitaciones, de estar presente en el desarrollo y evolución de una carrera civil dentro de la Armada, y que los jefes militares, desde las jerarquías más modernas, profundicen el conocimiento de la actividad y el potencial de un trabajador”, apuntó.
La Teniente de Navío no deja de resaltar palabras como “proceso” y “cambio” y es consciente de la importancia de todos en la funcionalidad de una organización: “En el bienestar y el cumplimiento de las tareas, de aquellas personas que realizan un trabajo de mantenimiento, hasta el encargado de tomar grandes decisiones en la vida institucional de la Armada. Todos tienen su valor e importancia”, enfatizó.
Desde la Jefatura de Personal del COAA, la Teniente Sancho Furlán -como Jefa de Personal Civil, Capacitación y Relaciones Laborales- monitorea el trabajo de más de 4 mil civiles en diferentes puestos de trabajo, desde Zárate hasta Ushuaia. Junto a la licenciada en Educación Audiovisual, Alicia Ligarribay, trabajan en concordancia con las políticas de la Dirección General de Personal y Bienestar de la Armada (DGPN) y de los departamentos de la Dirección de Personal de la Armada (DIAP), en su caso, del personal civil y docente de la Armada.
“Cuando urge la necesidad de un puesto de trabajo, es importante tanto la descripción del puesto como su perfil. Es decir, las capacidades del personal para desarrollarlo y el seguimiento del mismo, desde la incorporación de la persona hasta su desvinculación laboral.
El proceso y evolución del trabajo adquiere relevancia cuando se adquieren nuevas herramientas que lo agilizan, apuntando a la eficacia y la eficiencia del trabajo”, explicó la profesional en RRHH. Es llegar al objetivo cumpliendo con la actividad asignada y, además, agregar valor y creatividad con el mínimo de los recursos.
Así, en este contexto de pandemia por el virus Covid-19, habló de los excelentes resultados del trabajo remoto realizado por el personal de la Armada: “El trabajo se cumple, es óptimo, y va demostrando que se puede estar en la oficina, de manera virtual y combinar ésta con la presencialidad”.
Una vida profesional en la Armada
Paula se siente a gusto en su ámbito laboral y también en lo personal, porque ambos se fusionan al momento de compartir su experiencia de vida.
Vivió momentos difíciles y otros de gran felicidad desde su ingreso, en los que encontró una verdadera familia en la Armada. “Estaba a punto de casarme en el 2016 y mi novio falleció de muerte súbita. Fue un golpe muy duro, pero nunca me sentí sola, estuve acompañada y contenida. Ese fue el momento en que comprendí realmente que la Armada es familia”, enfatizó.
Hoy vive en el barrio Stella Maris en Puerto Belgrano. Comparte su vida con su hijo Ciro de 10 años; su esposo, quien es comunicante en la Armada y se encuentra a bordo del aviso ARA “Teniente Olivieri”; e Irupé, la pequeña bebé que tienen en común, de tan sólo año y medio.
Cambió el verde del paisaje y el aire de las sierras de Nono, por el gris de las unidades de superficie de la Flota de Mar y el aroma del puerto. De Ushuaia, su ciudad natal, extraña la nieve y el frío que adora, y espera en algún momento de su carrera trabajar allí.
Paula está muy orgullosa de pertenecer y sentirse parte de la institución. Luego de 8 años de Armada, define servir a la Patria como “trabajar en pos del cumplimiento de los objetivos de manera eficaz y eficiente” y entre sus expectativas, además de navegar y conocer más la vida a bordo, figura “continuar profesionalizando el cargo de Jefe de Personal y brindar las herramientas necesarias”.
“Es muy bueno resaltar este día del profesional de Recursos Humanos en la Armada, porque la administración del recurso humano requiere de personal idóneo y especializado”, concluyó la Teniente de Navío Paula Sancho Furlán
Gaceta Marinera