“Hemos pasado dos años y medio en un largo y oscuro túnel y apenas empezamos a entrever la luz. Pero todavía estamos lejos y el túnel todavía está oscuro, con numerosos obstáculos que podrían hacernos caer si no vigilamos”, dijo el jueves el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una rueda de prensa en Nueva York, donde participó en la reunión de la Asamblea General de Naciones Unidas.
Según el funcionario, el número de fallecidos registrados cada semana en el mundo sigue bajando y no representa más que el 10% de los decesos del momento álgido en enero de 2021.
En la mayoría de los países, se acabaron las restricciones y dos tercios de la población mundial está vacunada, pero todavía siguen habiendo unos 10 mil muertos cada semana.
Con este escenario de fondo, el Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional para la Covid-19 de la OMS deberá definir en octubre si la enfermedad sigue representando una Emergencia de Salud Pública de importancia Internacional, el máximo nivel de alerta que puede determinar el organismo, pero no se expedirá sobre el “fin de la pandemia” ya que no es una categoría con estatus legal, sino una caracterización.
“Usamos la palabra pandemia para que toda la población tenga un entendimiento más o menos homogéneo de los riesgos que representa una enfermedad que está presente en varios países. La OMS no declara oficialmente una ‘pandemia’ en los instrumentos jurídicos. En cambio la OMS determina si se está produciendo una “Emergencia de Salud Pública de importancia Internacional”, explicó esta semana Ciro Ugarte, director de Emergencias en Salud de la OPS.
En ese sentido, el investigador español José Luis Jiménez aseguró que “la pandemia no ha terminado, siguen habiendo millones de infecciones cada día, miles de muertes y nuevas variantes que van emergiendo, y una parte muy importante de la población sigue sin vacunarse porque no han llegado las vacunas a algunos países; en ese contexto es increíble que se ignore el coronavirus”.
“Lo que vemos es que continúan apareciendo variantes que acumulan múltiples mutaciones en los sitios clave donde nuestros anticuerpos las pueden reconocer para evitar la infección; en los últimos dos meses aparecieron variantes (BA.2.75.2, BQ.1.1 y BU.1) que están siendo miradas con preocupación por especialistas”, sostuvo el bioinformático de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) e investigador del Conicet, Rodrigo Quiroga.
En este contexto, Quiroga destacó medidas que podrían mitigar el impacto: “Es importante que los mayores de 50 que tengan 3 o menos dosis se coloquen una nueva dosis refuerzo, idealmente dentro del próximo mes. En esta población, una cuarta dosis disminuye mucho (50-80%) la mortalidad en comparación a tener 3 dosis”.
“También sería fundamental implementar las mejoras en ventilación, no sólo para prevenir la Covid-19, sino todas las enfermedades causadas por virus respiratorios; y por último, si finalmente ocurre este aumento de contagios, podría ser importante retomar el uso de barbijos en espacios cerrados”, añadió.
Esta semana el Ministerio de Salud eliminó en una resolución “el carácter obligatorio del uso del barbijo en la población general”, no obstante sostuvo las recomendaciones de cuidado durante momentos de alta circulación tanto de SARS-CoV-2 como de otros virus respiratorios.
Fuente: Télam