Las casi 235 millones de personas que ya se contagiaron de COVID-19 en todo el mundo se preguntan o preguntaron si era necesario vacunarse contra la enfermedad que produce el nuevo coronavirus SARS-COV-2, el causante de la pandemia que ya lleva más de un año y medio en el planeta y ha causado más de 4,8 millones de muertes.
La respuesta es sí. Desde la Organización Mundial de la Salud, hasta los ministerios de Salud de todo el mundo y los más prestigiosos infectólogos afirman que es necesario vacunarse pese a haber contraído la enfermedad.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC) recomiendan que las personas se vacunen independientemente de si ya han tenido COVID-19.
Eso es, en parte, porque aún no está claro cuánto tiempo dura la inmunidad después de una infección.
Los estudios han demostrado que los anticuerpos permanecen en la sangre durante al menos ocho meses después de enfermarse, pero algunos pacientes recuperados se han vuelto a infectar.
Según los expertos que trabajan allí, las vacunas le dan al sistema inmunológico de las personas que fueron infectadas previamente un refuerzo adicional de protección para combatir el coronavirus, incluso contra nuevas variantes más transmisibles, según muestran las últimas investigaciones.
Y debido a que la variante Delta, identificada por primera vez en India, puede extenderse entre las personas vacunadas, esa capa adicional de protección para los pacientes recuperados probablemente sea muy útil.
Fuente: Infobae