En esta oportunidad, el curso tuvo la asistencia de 10 alumnos cuyas trayectorias eran de las más diversas ya que algunos era la primera vez que realizaban la capacitación y otros estaban en instancia de renovación del certificado. Si bien la mayoría provino de la zona de Ingeniero White, también hubo asistentes del sur.
El Suboficial Principal Ramón Benítez, encargado de los cursos de Control de Averías y Lucha contra Incendios del Centro de Instrucción y Adiestramiento en Técnicas y Tácticas Navales (CITT) explicó que esta capacitación se desarrolla a lo largo de tres días: “El primer día se aborda lo teórico; es decir la teoría del fuego; conocimiento y clasificación de incendio; todos los agentes extintores y cómo se trabajaría en lugares confinados como lo es un buque mercante”.
El Suboficial continuó explicando que “durante el día siguiente se aborda la parte didáctica, para afirmar y fortalecer todo lo que es la competencia, habilidad y destreza. De esta manera se preparan para el día de la práctica final”.
El viernes se llevó a cabo la práctica en el tanque australiano, donde se pusieron en juego los conocimientos que los cursantes adquirieron sobre seguridad y manejo con destreza de todos los elementos de lucha contra incendio. De esta manera lograron evaluar y corregir errores en un ambiente seguro y controlado sobre una práctica con fuego real.
Al tratarse de un curso certificado por la OMI, deben cumplirse ciertos estándares que son planteados por el organismo rector. “En este caso en particular hay que formar a los asistentes en competencias; primero identificar cuando hay un principio de incendio o incendio declarado; cómo se debe operar un sistema de extintores portátiles y cómo se actúan al momento de tener un incendio declarado; instante en el que hay que saber manejar los elementos estructurales para hacer la extinción”, explica el encargado del curso.
Protocolo COVID-19
Dado el contexto actual, el Curso de prevención y Lucha contra Incendio (PLCI) con certificación OMI, se vio modificado en cuanto a la cantidad de alumnos asistentes. Desde el CITT, se proponen cuatro fechas a lo largo del año, con un máximo de 12 alumnos. Antes del inicio se les solicita un hisopado negativo y se les realiza un seguimiento clínico durante la semana previa.
“Hemos organizado un protocolo que cumplimos durante todo el dictado del curso. El mismo consiste en la sanitización personal antes de ingresar al aula; se dicta una clase de 45 minutos para luego pasar a un recreo que permite la desinfección del espacio; se usa tapaboca y alcohol en gel”, explicó el Suboficial Principal Benítez
Además, destacó que se hacen grandes esfuerzos por cuidar la salud de los alumnos y los docentes. Detalló además que donde más se dificulta la aplicación del protocolo es en la instancia práctica. Esto es por la imposibilidad de mantener un distanciamiento social; que, sin embargo, como explicó se subsana con la desinfección previa y posterior de todos los elementos manipulados; como así también del uso de los elementos de protección.
Gaceta Marinera