El puntaltense, quien había sido jugador y entrenador, estuvo casi desde primera hora trabajando en la organización Bahía Basket, básicamente, como jefe de equipo.
De una personalidad muy positiva, ideal para los grupos y querido por todos, Facu se encargaba siempre de organizar la mayoría de las cuestiones que no siempre se ven y de solucionar todos aquellos problemas que se presentaban alrededor del equipo.
Con su mujer Florencia tuvieron a Salvador y Rosario. Padre presente y gran ser humano, Facundo cultivó la amistad, respondiendo cada vez que hacía falta.
Sin dudas dejó su huella y será una de esas personas inolvidables.
Sus restos serán velados en Rosales 850 de Punta Alta, de 18 a 21.
La Nueva