El cáncer de pulmón es el que más recursos consume en Argentina y tiene la mayor mortalidad debido a diagnósticos tardíos. Un estudio del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) reveló que tratar la enfermedad en estadios avanzados cuesta diez veces más que hacerlo en etapas tempranas. Aunque existen estudios de detección recomendados para grupos de riesgo, como fumadores, aún falta un programa nacional que garantice su implementación. Martin subrayó que detectar tumores temprano aumenta significativamente las chances de curación, especialmente en los cánceres más frecuentes, como pulmón, mama, próstata y colon.
El acceso a diagnósticos avanzados, como pruebas moleculares, sigue siendo limitado y depende en gran medida de la industria farmacéutica, lo que genera desigualdades. Martin insistió en que estos estudios deberían ser cubiertos por el Estado, ya que son esenciales para elegir el tratamiento adecuado. Actualmente, la disponibilidad de estos tests es heterogénea, tanto en el sector público como en el privado, lo que afecta la equidad en la atención oncológica. Esta misma problemática se replica en el acceso a medicamentos, que varía según el tipo de cobertura del paciente y su ubicación geográfica.
Un informe de la Fundación Donde Quiero Estar, basado en testimonios de 153 pacientes, reveló que el 51% enfrentó barreras en la primera consulta médica, incluyendo demoras en turnos y problemas de traslado. Además, la falta de recursos en los servicios de anatomía patológica provoca retrasos de hasta tres meses en los diagnósticos definitivos. La oncóloga Verónica Baró advirtió sobre la crisis en estos servicios, esenciales para definir los tratamientos. Como resultado, el tiempo promedio desde la primera consulta hasta el inicio del tratamiento alcanza los 130 días.
El costo creciente de los tratamientos, sumado a dificultades en la cobertura, hace que la prevención cobre mayor importancia. La oncóloga Julia Ismael enfatizó la necesidad de controles regulares y hábitos saludables para reducir el riesgo de cáncer. Entre las medidas clave mencionó evitar el tabaco, moderar el consumo de alcohol y mantener una alimentación equilibrada con suficiente fibra. La falta de un Plan de Control del Cáncer vigente en Argentina agrava la situación, dejando la prevención en manos de los propios ciudadanos, quienes deben exigir controles médicos oportunos.
Informes recientes del Instituto Oncológico Henry Moore alertaron sobre un aumento en los casos de cáncer en adultos jóvenes, particularmente de mama y colon. Ernesto Gil Deza, director de Investigación del IOHM, atribuyó esta tendencia a factores como la alimentación, el sedentarismo y el consumo de alcohol. Martin, por su parte, señaló que una de cada tres personas en Argentina ha tenido o superado algún tipo de cáncer, lo que refuerza la urgencia de políticas públicas efectivas. Advirtió que, sin campañas de concienciación y mejoras en el acceso a tratamientos, la situación continuará empeorando.
Fuente: La Nación