La medida quedó oficializada en el Boletín Oficial mediante la Resolución 379/2025 y se dirige a los grandes jugadores del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM): los Grandes Usuarios Mayores (GUMA), los Grandes Usuarios Menores (GUME) y los Grandes Usuarios de las Distribuidoras (GUDIS). Todos ellos podrán adherir de manera voluntaria, siempre y cuando cumplan con un requisito técnico clave: contar con un sistema de medición capaz de registrar el consumo de energía activa con paso horario.
El mecanismo es sencillo. Quienes reduzcan su uso de electricidad en los momentos de mayor demanda recibirán una compensación económica proporcional a la energía dejada de consumir. Así, el Estado espera que las industrias se conviertan en una especie de «reserva adicional» para que el sistema no colapse. Claro que el éxito del plan dependerá de cuántos decidan sumarse y de cuánto estén dispuestos a bajar la carga en los picos estivales.
Desde el Ejecutivo remarcan que la iniciativa busca «generar señales económicas para incentivar la eficiencia energética, promover la generación competitiva y mejorar la calidad del servicio en el SADI (Sistema Argentino de Interconexión)». Y no dudan en respaldar la idea con ejemplos internacionales: citan programas similares en California, el Reino Unido y el plan Brooklyn-Queens Demand Management (BQDM) de Nueva York, todos con resultados positivos.
La normativa también aclara que podrán acceder solo los usuarios cuya potencia máxima registrada supere los 300 kW, lo que deja afuera a pymes o pequeños comercios. El foco, entonces, está en los grandes consumidores que, con un ajuste en sus procesos, podrían marcar la diferencia en la estabilidad de la red.
Mientras tanto, el Gobierno reconoce que aún falta financiamiento para obras estructurales que refuercen el sistema eléctrico. El plan, en ese sentido, aparece como un parche inteligente que busca ganar tiempo hasta que se concreten las inversiones necesarias. La misión es aplanar los picos estacionales y evitar que la palabra «apagón» vuelva a instalarse como protagonista de los veranos argentinos.
Fuente: Los Andes